Salud

Día Mundial del Cerebro: ¿Cómo cuidarlo y prevenir un ACV?

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Cada 22 de julio se conmemora el Día Mundial del Cerebro, con el fin de crear conciencia y difundir la importancia de cuidar el órgano más complejo del cuerpo humano. ¿Qué acciones se pueden implementar para reducir los riesgos de sufrir un accidente cerebrovascular?

Día Mundial del Cerebro: ¿Cómo cuidarlo y prevenir un ACV?

Cada 22 de julio se conmemora el Día Mundial del Cerebro, una fecha creada por iniciativa de la Federación Mundial de Neurología para concientizar sobre los cuidados del cerebro y el potencial, riesgos y enfermedades que puede sufrir este órgano vital.

Según datos de la organización, a nivel global las enfermedades que afectan al cerebro constituyen el 6,3% de las discapacidades. Allí, se incluyen las siguientes afecciones:

  • Accidentes cerebrovasculares: 15 millones de nuevos casos cada año y 80 millones de personas viven con secuelas. Se trata de la segunda causa más común de discapacidad.
  • Migraña: afecta a 3 billones de personas.
  • Alzheimer / demencia: afecta a 50 millones de personas y se estima que para el año 2050 afectará a 136 millones de personas.
  • Parkinson: afecta a 7 millones de personas.
  • Epilepsia: afecta a 50 millones de personas.
  • Esclerosis múltiple: afecta a 2.8 millones de personas.

Entre las enfermedades infecciosas que pueden afectar al cerebro, la médica Paola Caro, directora Médica de vittal, explica que las más frecuentes son las meningitis y encefalomielitis causadas por bacterias o por virus.

¿Cómo se puede cuidar el cerebro?

Sobre los cuidados que se pueden implementar para cuidar la salud del cerebro, la especialista subraya: “La alimentación saludable y la actividad física son factores importantes. También, la actividad cognitiva puede ejercitarse mediante juegos de memoria y resolución, la elaboración de pasatiempos, aprendizaje de idiomas o juegos de estrategia”.

Además, indica que existen actividades específicas que estimulan la vinculación interhemisférica del cerebro y actividades que fortalecen las conexiones entre ambas partes del cerebro entrenando la atención y la memoria.

A su vez, la médica enfatiza que no debe dejarse de lado la atención psicológica, cuando se considere necesario para prevenir la depresión y la ansiedad.

Accidentes cerebrovasculares

Los ACV son una de las principales afecciones que pueden perjudicar al cerebro. Por eso, es importante saber que 8 de cada 10 episodios pueden prevenirse con hábitos de vida saludables.

En Argentina, se produce un ACV cada 9 minutos y 126 mil casos por año, de los cuales 18 mil terminan en muerte. El ACV representa la cuarta causa de muerte y la primera de discapacidad en el mundo.

¿De qué se trata esta afección? Es una urgencia médica causada por la brusca pérdida de flujo sanguíneo al cerebro. Dentro de este espectro, existen dos situaciones: la más común es el accidente cerebral isquémico (producido por un coágulo sanguíneo que bloquea un vaso del cerebro y representa el 87% de todos los accidentes cerebrovasculares); otro es el llamado ataque cerebral hemorrágico, que es originado por la ruptura de un vaso sanguíneo hacia dentro del cerebro. En apenas minutos, cualquiera de los dos casos hace que las neuronas se debiliten o mueran porque las células nerviosas no pueden funcionar sin oxígeno.

“Durante un ACV mueren casi 2 millones de neuronas por minuto”, sostiene Caro, y destaca que reconocer un ACV en el momento que ocurre “es fundamental para poder acudir de inmediato a un centro médico para que el paciente pueda recibir el tratamiento adecuado a tiempo”.

Por eso, cada segundo es vital para ayudar a quien sufre un ACV. “Es muy importante estar atento en el momento en que comienzan los síntomas de un ACV y la duración de estos. Conocer los signos de alarma de un posible ACV puede ayudar a salvar la vida de quien lo padece”, enfatiza la directora médica de vittal.

Los síntomas de un ACV
● Debilidad o sensación de que se duerme un lado de la cara, un brazo o una pierna, especialmente del mismo lado.
● Dificultad repentina para hablar o comprender. Aturdimiento.
● Problemas para caminar.
● Problemas repentinos de visión en un ojo o en ambos.
● Mareos.
● Pérdida de equilibrio o falta de coordinación del cuerpo (por ejemplo, querer agarrar algo y no poder).
● Dolor de cabeza muy fuerte y repentino.
Si se sospecha que una persona está atravesando un ACV, la Dra. Caro recomienda:
● Comprobar si la persona tiene dificultades para entender o hablar. Hacerle preguntas simples para ver si entiende y responde a órdenes.
● No dejar sola a la persona. Tranquilizarla y mantenerse tranquilo.
● Llamar al sistema de emergencias o llevarla rápidamente a una guardia médica si está cerca.
● Cuanto más rápido reciba asistencia médica, aumentan las probabilidades de que la persona se recupere y/o solo le queden secuelas leves.

Acerca de los principales factores de riesgo, la directora médica de vittal explica que la hipertensión arterial está presente en casi el 80% de los pacientes que sufren un ataque cerebral en Argentina.

Sobre la prevención, consigna que principalmente se deben realizar controles con un médico de cabecera, controlar la hipertensión y adoptar hábitos saludables. También enumera los siguientes consejos:
● Hacer ejercicio, controlar el estrés, mantener un peso saludable, reducir la cantidad de sal que ingiere en los alimentos y limitar la cantidad de alcohol.
● Llevar una dieta rica en frutas y vegetales; reducir la cantidad de colesterol y grasas saturadas. Si no se puede controlar el colesterol sólo por medio de cambios en la dieta, el médico puede recetar una medicación para reducir el colesterol. Al menos dos veces por semana, preparar pescado, en lugar de carne roja para obtener ácidos grasos omega-3 saludables. Hornear los alimentos en lugar de freírlos. Elegir carnes magras y aves de corral sin piel
● Dejar de fumar.
● Controlar la diabetes con dieta, ejercicio, control de peso y medicamentos.
● Mantener un peso saludable.
● Hacer ejercicio en forma regular.
● Mejorar los niveles de estrés porque es uno de los factores que pueden generar problemas de salud aumentando el riesgo de sufrir un ACV. Para ello es importante tener una percepción de los factores que nos estresan y entrenarnos en trabajar emocionalmente las reacciones frente a estos.
● Tratar la apnea obstructiva del sueño.

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