Mediante un comunicado, la cartera sanitaria nacional aclaró, no obstante, que “todavía no se han descartado todas las causas conocidas de hepatitis grave en niños” y, por lo tanto, no se han clasificado aún como la patología sobre la que advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS) a fines de abril.
Asimismo, informó que se “han registrado ocho casos sospechosos en nuestro país que se encuentran bajo estudio e investigación epidemiológica por parte de las jurisdicciones y aún no han sido clasificados como hepatitis graves de origen desconocido“, señala el comunicado.
Y aclara: “Se destaca que se trata de casos aislados y sin conexión alguna entre sí, al mismo tiempo que se enfatiza que no se trata de un brote sino de una situación que no escapa a lo que se notifica en forma habitual, ya que todos los años se registran casos con cuadros similares de hepatitis agudas graves sin diagnóstico”.
El Ministerio recomendó, ante la alerta epidemiológica que se produjo en otros países del mundo y que también se emitió en Argentina el 27 de abril, controlar y completar los esquemas del Calendario Nacional de Vacunación para cada edad, también realizar higiene frecuente de manos, evitar el contacto con personas enfermas, cubrirse al toser o estornudar y evitar tocarse ojos, nariz y boca.
Tras el aviso de la OMS, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los EE.UU. emitieron una alerta y detallaron los síntomas de esta infección que son los siguientes
- Fiebre.
- Pérdida de apetito.
- Náuseas.
- Vómitos.
- Dolor abdominal.
- Orina oscura.
- Heces de color claro.
- Dolor en las articulaciones.
- Ictericia (piel amarillenta).
- Fatiga.