POSADAS. En los últimos días comenzó a circular la información sobre el dióxido de cloro (CDS) promocionado como supuesta cura para el coronavirus, y desencadenó una seguidilla de advertencias sobre su toxicidad y efectos adversos. El tema terminó de estallar, luego de que la periodista Viviana Canosa lo bebiera al aire en su programa de tv.
Misiones Cuatro consultó al Bioquímico Marcelo Peretta, Secretario General del Sindicato de Farmacéuticos de Argentina, para conocer su mirada.
¿Qué es?
“Es un líquido antioxidante. El uso más habitual que tenemos en salud, es en las bolsas de sangre”, explicó.
“Cuando sacamos sangre para transfusión, la sangre cae en una bolsa que tiene dióxido de cloro. La mantiene, la oxigena y la previene de contaminantes”, añadió.
El CDS, el Coronavirus y el encierro
Peretta indicó que “todo lo que levante el sistema inmunológico, sirve” para prevenir al Covid-19, aunque no habló de este químico como una supuesta cura.
En esa línea, arremetió contra la ANMAT y señaló: “Se asusta a la gente y no se les da una alternativa”. Y agregó que deberían poner en contexto a la gente y no enviar el mensaje de: “Encierro o muerte. Vacuna o muerte”.
El titular del Sindicato de Farmacéuticos de Argentina resaltó que si bien el CDS es efectivo para conservar la sangre, “No es lo mismo que ingerir esta sustancia para que funcione como antiséptico”. En ese sentido, sostuvo que se deberían realizar estudios exhaustivos para “ver de qué forma es efectivo, en qué cantidad, quiénes pueden consumirlo y quiénes no”.
Por otra parte, Peretta destacó la importancia de mantenerse sanos, además de cumplir con las medidas de prevención como el distanciamiento social, uso del barbijo y el alcohol en gel, sin embargo, se mostró en contra del encierro. “Ningún libro de medicina dice que encerrar a personas sanas hace bien”, sostuvo. “El encierro lo único que hace es enfermarlas”, subrayó.
La versión de la ANMAT
En base al informe de este año del Organización Panamericana de la Salud (OPS), resulta necesario destacar que la ingesta de dióxido de cloro y el clorito de sodio reaccionan rápidamente en los tejidos humanos y si se ingieren, pueden causar irritación en el esófago y estómago, dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea e intoxicaciones severas, entre otras complicaciones que pueden incluir graves trastornos hematológicos, cardiovasculares y renales.
Además, la inhalación puede generar edema pulmonar, broncoespasmos, neumonitis química y edema de glotis, entre otras complicaciones respiratorias como bronquitis crónica y erosiones dentales, así como complicaciones en otros órganos del cuerpo.
