[vc_row][vc_column][vc_column_text]En la semana previa a la apertura de la 32 Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, su directora, Marisol Schulz, destacó la capacidad para sostenerse de manera independiente de la mayor cita editorial en español, que este año será anfitriona de Portugal, invitado de honor.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”211088″ img_size=”full” alignment=”center” title=”Foto DPA.”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]“Es una Feria totalmente autofinanciable. Nosotros como empresa independiente, aunque estamos ligados a la Universidad de Guadalajara (pública), lo logramos a través de la venta de espacios de exhibición a más de 2.200 casas editoriales y más de 620 presentaciones de libros”, señaló Schulz en una entrevista con DPA.
“Los editores encuentran en Guadalajara el momento idóneo para mostrar y vender sus catálogos. No es sólo el negocio de la venta al público general, tenemos acuerdos con bibliotecarios estadounidenses que vienen a buscar catálogos. Además, están los auspiciantes y patrocinadores del evento”, añadió la directora.
“Esto nos permite vender a un precio muy accesible las entradas (20 pesos mexicanos, aproximadamente un dólar). Con todo esto, al cabo de todo el ciclo logramos ser autosustentables”, concluyó.
Portugal, invitada de honor
DPA: ¿Qué podemos esperar de Portugal, invitada de honor este año?
Schulz: Su presencia no sólo nos trae lo mejor de su literatura, sino que nos trae lo mejor de su cultura. El caso de Portugal es contundente, habrá nueve espectáculos de música maravillosos, con 40 de sus mejores voces literarias, además de teatro, danza y tres exposiciones de arte en tres diferentes museos de la ciudad.
Será un desembarco cultural que nos va a sorprender, porque vienen voces tan prestigiadas conocidas, como António Lobo Antunes, pero por primera vez tendremos voces nuevas de ese país de gente totalmente desconocida para nosotros, que además es parte de la misión de la Feria: dar a conocer permanentemente lo que emerge en la literatura internacional.
¿Cuáles fueron las dificultades para coordinar un evento de tal magintud con el país invitado?
La primera es previa, tras bambalinas, por el idioma. Nos ha tocado ir a Lisboa y tener reuniones en portugués. Te confieso: a estas alturas conozco el portugués que se habla en Portugal. He estado en reuniones con 12, 15 personas que están hablando su idioma y a pesar de que no podría hablarlo, ya lo entiendo perfectamente.
Es complicado también la idiosincrasia, el entendimiento de culturas diferentes. Pero nuestro trabajo es tener la mente abierta, que al fin y al cabo nos ayuda a todos. Entiendes un montón de circunstancias que te ponen a pensar, es abrirte al mundo y eso me parece fundamentalmente en estos tiempos.
¿Y de los anfitriones qué se puede esperar?
Una buena parte de las voces nacionales irán a la FIL a presentar sus libros y novedades o a participar en diferentes mesas. Autores como Pedro Palou o Jorge Volpi, así como Rosa Beltrán, Élmer Mendoza, Antonio Ortuño, no quiero dejar de lado a nadie, pero son personalidades, serán unos 30 mexicanos, es imposible tenerlos a todos, pero hay una buena representación de lo mexicano y de la literatura mexicana.
Pero habrá más que eso. Por ejemplo, Margo Glantz y Mario Bellatin homenajearán a Sergio Pitol (1933-2018). Y habrá una mesa sobre Carlos Fuentes (1929-2012), del que celebramos 90 años de su nacimiento, no necesariamente desde su obra literaria sino desde el pensamiento político. Le puso mucho énfasis en la relación México-Estados Unidos y tenemos que volverlo a revisar justo en estas épocas turbulentas.
¿Cómo hacen para atraer al público y competir contra Internet y las redes sociales?
La Feria renueva cada año el programa, por eso la gente regresa y encuentra nuevas mesas, actividades y títulos, porque siempre cambian. La compra de libros es una de las metas, las encuestas nos dicen que en Guadalajara los lectores compran el 40 por ciento de los libros que leerán en todo el año.
¿Y los nuevos lectores?
El año pasado tuvimos casi 200.000 niños asistentes a la Feria, algunos organizados por grupos escolares programados. Nuestra labor principal surge con la vocación para formar lectores y no la podemos abandonar, al contrario, tenemos que darle mucha fuerza a los nuevos lectores, pero no solo a los niños, sino a jóvenes y mayores, no hay una edad para hacerte lector.
¿Qué escritores se han resistido por alguna razón a visitar Guadalajara?
Muchos. Me encantaría tener a Haruki Murakami, a un Ian McEwan, nunca tuvimos a Umberto Eco, por ejemplo. Muchos por razones de agenda no pueden, Premios Nobel sobre todo. A veces pasamos por los agentes literarios y ellos quieren cobrar una suma que no tenemos de dónde pagarles. Ferias de otros países cobran las entradas mucho más caras y tienen el capital para invitar a ciertas personas que cobran cantidades estratosféricas, no son todos, pero nos ha tocado enfrentarnos también a eso.
¿Por qué ir a la Feria del Libro de Guadalajara, por qué ponerle atención?
Yo diría “por qué no”. Es el gran encuentro literario en español. Conozco gente que no suele ir y cuando va la primera vez se sorprenden porque no hay manera de explicarlo. La gente tiene una idea preconcebida, pero no puede imaginarse el universo que somos, todos los eventos paralelos que tenemos programados a lo largo de nueve días. Voy a decir algo muy fuerte: hay que ir porque te puede cambiar la vida. Lo creo así, porque he promovido la lectura de forma permanente y lo he visto en estos seis años que llevo dirigiendo la Feria. (DPA)
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