Advierten sobre la frecuencia de tormentas y vientos a niveles superiores
Según Olinuk, todas las perspectivas climáticas apuntan a que el Fenómeno del Niño se prolongará hasta la temporada de otoño. Los efectos, que comenzaron a hacerse sentir en septiembre del año pasado, alcanzaron su máxima intensidad en octubre y noviembre, y se espera que persistan en los próximos meses de este año.
A pesar de que el Niño no garantiza meses continuos de lluvias intensas, Olinuk advierte sobre la frecuencia de tormentas y vientos, que se están presentando en niveles superiores a lo habitual. Este fenómeno no solo ha traído precipitaciones, sino que también se manifiesta con vientos fuertes, tormentas eléctricas y granizos.
“La humedad que tenemos es suficiente”, asegura el agrometeorólogo, indicando que, aunque diciembre trajo lluvias moderadas y enero presenta variabilidad, la región cuenta con niveles adecuados de humedad.
El agrometeorólogo destacó además que la intensidad de las tormentas ha llegado a niveles inusuales, causando daños significativos en algunas infraestructuras. En particular, mencionó que en el INTA Cerro Azul, una tormenta tan fuerte llegó a destruir invernáculos y la torre de internet, evidenciando la magnitud de los eventos climáticos extremos asociados al Fenómeno del Niño.
“Tenemos que tener en cuenta que este año estamos con el Niño, que es bastante intenso, y hay que considerar el calentamiento y cambio climático”, subrayó.