El pasado 28 de octubre, el piloto de 67 años había sido acusado por no seguir las normas de seguridad elementales para diagramar el traslado en el avión monomotor Piper Malibu con matrícula N264DB que se precipitó en el Canal de la Mancha con Sala a bordo mientras era piloteado por David Ibbotson.
Tras ser declarado culpable por negligencia, fue condenado a 18 meses de prisión inmediata.
Henderson, que enfrentó cinco años de prisión por poner en peligro la seguridad de una aeronave y otros dos años por intentar sacar a un pasajero del Reino Unido sin permiso, fue sentenciado “en detrimento de la seguridad” y “porque no se han tomado las medidas que debían tomarse”, dijo el fiscal Martin Goudie en la audiencia de sentencia.
De esta forma, se rechazó el escenario de que hubiera “presionado” para organizar el vuelo entre Nantes y Cardiff.
Tras ser detenido por primera vez en junio de 2019, varios meses después de la tragedia aérea, recién en octubre del año pasado cuando, de manera virtual por la pandemia de coronavirus, el oriundo de Hotham se declaró inocente por las muertes del futbolista argentino y el piloto.
Luego de quedar en libertad bajo fianza, tuvo que pasar un año para que el piloto fuera a juicio donde finalmente se lo encontró culpable por negligencia.
En la programación del vuelo que iba a llevar a Emiliano Sala de Cardiff a Nantes para buscar sus pertenencias y saludar a sus ya ex compañeros del club francés, el encargado de pilotear el avión iba a ser el propio Henderson, pero como se encontraba de vacaciones en París, arregló para que Ibbotson fuera su reemplazante. El piloto que murió no tenía una licencia como piloto comercial y no estaba calificado para viajar de noche.