La muerte del jefe de la fuerza de elite Quds y líder de la estrategia de seguridad regional, Qasem Soleimani, en un ataque en las inmediaciones del aeropuerto internacional de Bagdad, la capital de Irak, disparó las tensiones en la región y Teherán advirtió que tendrá represalias severas.
En plena tensión, la coalición militar liderada por Estados Unidos en Irak, determinó en las últimas horas las “medidas de defensa y seguridad” de sus bases en el país a la vez que se enviaron otros 3.000 soldados a la vecina Kuwait.
En la procesión, integrada en su mayoría por hombres con uniforme militar negro, sobresalían las banderas de Irak y de las milicias respaldadas por Irán, cuyos combatientes fueron muy leales a Solemani. Los seguidores cantaron consignas en contra de Estados Unidos y de su socio Israel: “Muerte a América, muerte a Israel”, coreaban entre lágrimas.
Bagdad, calificó el asesinato de Solemaini como un ataque a su soberanía nacional y anunció una sesión de emergencia del Parlamento en la que podría votar la expulsión de los 5.200 militares estadounidenses que revisaron en el país árabe.