En las calles de diversas ciudades, el equipo de Misionescuatro salió a preguntar a los posadeños sobre sus preferencias y prácticas durante esta semana tan dulce. Las respuestas fueron variadas.

“Soy de lo salado. Quiero chipitas. Todos los días me regala algo, siempre se acuerda de mí.” Esto resalta una perspectiva diferente, sugiriendo que los regalos no necesariamente tienen que ser dulces.

“Siempre regalo algo, chocolates o algo dulce. Le gusta y para cumplir con su antojo.” Esta opinión refleja la idea común de que los chocolates son un regalo adecuado para satisfacer los antojos de los seres queridos.

En contraste, algunos optan por opciones más saludables. Un entrevistado comentó: “Primero un saludo, deseo de felicidad y paz. Si no le gusta un dulce, alguna fruta saludable. Deberían aceptar porque es más sano.”

Entre las parejas, la tendencia hacia el chocolate o los bombones sigue siendo popular. Una entrevistada mencionó: “Se regala chocolate o bombones. Todos los años le regalo a mi esposo. O le espero a él al mediodía.” Este gesto demuestra cómo la Semana de la Dulzura se convierte en una oportunidad para expresar cariño y afecto a través de pequeños gestos cotidianos.

Por otro lado, algunas personas esperan recibir dulces pero lamentan no haberlos recibido aún. Una participante compartió: “Se regala bombones, caramelos o cosas dulces. Yo le regalo a mi hija y amigos.”