Opinión

Desregulación del INYM: la excusa perfecta de la Renovación para sacar una nueva tajada

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Anoche se conoció que el DNU elaborado por el presidente  Javier Milei prevé  desregular el mercado de la yerba mate, dejando al Instituto Nacional de la Yerba Mate ( INYM),  como una institución de control y estadísticas del sector pero sin la potestad fijar precios , una de las tantas funciones que “cumplía” desde su creación en el año 2002 con acuerdos anuales y luego semestrales que generalmente no llegaban a buen puerto ya que la falta de acuerdo llevaba a que el precio termine siendo fijado por laudo nacional, y solo en escasas oportunidades , me atrevo a decir que contadas con los dedos de una mano se logró fijar locamente el valor de la materia prima, pero eso es un capítulo aparte.

Desregulación del INYM: la excusa perfecta de la Renovación para sacar una nueva tajada

Ante la medida dada a conocer, las reacciones del sector productivo fueron diversas, muchos a favor coinciden que de nada sirve una institución que no termina de cumplir sus funciones, y muchos con incertidumbre se manifiestan en contra por temor a que la libre competencia afecte a los pequeños productores, una mayoría importante en la provincia.

Ante la duda y la crisis desde la renovación anunciaron   que impulsarán la creación del IMYM (Instituto  Misionero de la Yerba Mate) , siempre con el ojo en la lupa y lejos de ser lerdos y perezosos los renovadores  buscan acercarse a los pequeños productores y vanagloriarse de ser los “ Salvadores” del sector, el mismo sector que hace años reclama  al gobierno provincial el acceso a servicios básicos,   caminos en condiciones para trabajar y ayuda para la cadena productiva, con pocas respuestas pese a que cuentan con un  representante de su  gobierno dentro de la conducción del todavía Instituto Nacional.

Claro está que lejos de achicar el Estado, el misionerismo sigue buscando espacios para acomodar a sus aliados, mientras no hay dinero para cuestiones básicas como el pago a docentes, trabajadores de la salud entre otros, e incluso para el pase a planta de muchos que llevan años trabajando sin relación y hoy ven lejos la posibilidad de un puesto fijo tras congelarse los nombramientos hasta fines del 2024.

A simple vista y en una lectura rápida, se puede decir que el interés no solo pasa por la “empatía” con los productores y asegurar algunos espacios, sino que también se debe saber que el actual INYM se auto- financia con la venta de las estampillas de yerba manejando una importante suma en millones de pesos por mes, una cuestión que hace más jugosa y tentadora la idea de crear una institución similar, pero con manejo provincial.

A.F.

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