Algunos expresaron un grado de optimismo y confianza en el nuevo gobierno. Un ciudadano mencionó tener más confianza que en el gobierno anterior, aunque reconoció que no espera soluciones rápidas. Otro manifestó buenas expectativas y expresó la esperanza de ver mejoras en aproximadamente un año.

Sin embargo, también hubo quienes mostraron cautela y escepticismo. Algunos argumentaron que históricamente se tuvo paciencia con los gobiernos, pero que eventualmente la gente se cansa y reacciona. Otros indicaron que darían al nuevo gobierno al menos seis meses para evaluar su desempeño.

La incertidumbre sobre el futuro del país se reflejó en las respuestas de algunos entrevistados. Una educadora compartió su deseo de que le vaya bien al presidente elegido, ya que eso beneficiaría a todos, pero reconoció la incertidumbre y la esperanza constante que caracteriza al país.

Entre las opiniones críticas, hubo quien dudó de la capacidad del gobierno para cumplir con todas las promesas, señalando que, aunque el presidente tiene buena voluntad y está rodeado de personas capacitadas, hay límites de tiempo que podrían afectar la implementación de ciertas medidas.

En contraste, otro entrevistado expresó falta de confianza, argumentando que las medidas anunciadas no son la solución y comparando el tiempo dado al nuevo gobierno con el que se dio anteriormente a Massa, señalando un precedente de diez meses.