El primer robo ocurrió hace aproximadamente un mes y medio, cuando los delincuentes se llevaron un televisor de 55 pulgadas, un taladro, zapatillas y camperas. El sábado pasado, la pesadilla se repitió cuando forzaron la ventana para ingresar nuevamente. Franco sospecha que son los mismos criminales, ya que parecían estar en búsqueda de lo que no habían llevado en la primera ocasión y ahora se llevaron una computadora de escritorio, zapatillas y herramientas.

Ambos robos se ejecutaron alrededor de la 1:30 de la madrugada y 23 horas, sumiendo a la familia en un estado constante de temor. Franco reveló que su inquilino presenció el segundo robo, enfrentándose cara a cara con uno de los delincuentes antes de que este huyera.

Según el vecino, a pesar de presentar denuncias, describe que la policía apenas le dio importancia y que la atención posterior fue mínima. Un patrullero del 911 visitó la escena, pero su respuesta fue que debían revisar las cámaras.

Franco expresó su descontento con la presencia policial en la zona, describiendo que, aunque hay policías dando vueltas, parece que no están tomando medidas efectivas. Criticó la falta de patrullaje y la aparente falta de interés por parte de las autoridades, describiendo la situación como un “desierto”.