[vc_row][vc_column][vc_column_text]El empresario cordobés Enzo Giraudo fue intimado judicialmente a rectificar y ratificar sus dichos sobre un supuesto intento de coima por parte del ahora Ministro de Industria. “Ratifico todo”, sostuvo y desafió a Lichowski a blanquear los números sobre fondos que habría recibido durante su gestión como Secretario de Promoción de Desarrollo de la Municipalidad de Posadas.[/vc_column_text][vc_column_text]POSADAS. Luego de sus explosivas declaraciones, denunciando un presunto intento de coima por parte del ministro de Industria Luis Lichowski, el empresario Enzo Giraudo, ratificó sus dichos y desafió al funcionario, a transparentar los destinos de fondos que habría recibido cuando era Secretario de Promoción de Desarrollo de la Municipalidad de Posadas, durante la gestión del rovirista Orlando Franco.
Giraudo se presentó en los estudios de MisionesCuatro donde mostró la carta documento que le envió Lichowski, conminándolo a ratificar o rectificar lo dicho en este medio cuando denunció un pedido de coima de unos 300 mil dólares. El Ministro de Industria amenazó con una demanda por calumnias e injurias, de unos 2 millones de pesos. Ante esto, Giraudo no dudó en señalar: “ratifico todo”.
“Lichowski pidiendo plata es algo normal”, fustigó Giraudo contra el ministro de Industria. “Tengo documentos para tratar de defenderme”, aseguró. “Es como inmolarse públicamente, pero esto vale la pena. Espero generar un efecto multiplicador y que otros empresarios se animen a denunciar”, sostuvo.
De acuerdo con Giraudo, sus denuncias obligarán a las autoridades y a la Justicia a “investigar todos los fondos que bajó Lichowski cuando estaba como Secretario de Desarrollo y ahora como ministro de Industria. A donde fueron a parar y como rindió cuentas”, lanzó.
Al respecto, mencionó los recursos provenientes del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) para el Aprometal (Apoyo Al Desarrollo Estratégico del Aglomerado Productivo Metalúrgico) desarrollado por el Ministerio de Industria (por entonces a cargo de la kirchnerist Débora Giorgi) y financiado a través de un crédito –sería al BID 2923/OC-AR.
Según Giraudo, ese crédito era de “casi 300 mil dólares para un conglomerado metalúrgico. Pero se dieron ocho o nueve clases por consulente que se sobrefacturaron. En 2015 presenté todo al ministerio de industria y hubo una investigación nacional. Espero que dé cuentas sobre esto Lichowski”, replicó Giraudo.
“Es difícil en una provincia donde la mayoría de los jueces han sido contratados y puestos por la Renovación. Todo lo que intenté con abogados no tenía sustento o quedaron varados por amparos judiciales”, denunció Giraudo, que insistió en machacar sobre la figura del ex Secretario de Desarrollo municipal. “La cuestión de Lichowski era siempre qué le quedaba a él. En 2013 estaba terminando su campus universitario y quería 300 mil dólares”, aseguró.
Asimismo, Giraudo reiteró que Lichowski tenía una suerte de pacto con el socio local de la Unión Transitoria de Empresas que intentó conformar junto a capitalistas italianos para la fabricación de brazos robóticos en Misiones, una zona equidistante de las zonas de mayor demanda de esta tecnología.
El socio es, según dijo Giraudo, Héctor José Miño, a quien acusó de estar flojo de papeles ante la AFIP, de entregar cheques y de exigir la salida de la empresa incipiente, en julio del 2014, “cuando ya había sucedido el pedido de coima y ya habían usado nuestro nombre e imagen y el Aprometal para obtener fondos de afuera y desviarlos”, remató Giraudo, exigiendo que Lichowski de cuenta del manejo de esos recursos del BID y del Ministerio de Industria.
Denuncia mediática y un ¿mensaje en clave?
Cabe acotar que Giraudo no dio cuenta de los motivos que lo llevaron a no realizar la denuncia correspondientes, más allá de apelar a la connivencia entre los jueces misioneros y el poder político. El empresario hizo públicas las denuncias más de cuatro años después de cometido el supuesto delito, pese a que no denunciar, lo convierte en cómplice. De hecho, según él mismo lo admite en esta nota, siguió con su emprendimiento hasta el año pasado.
Es decir, convivía como industrial con Lichowski como el jefe de la cartera específica, pese al supuesto pedido de coima. Una vez que concretó el traslado de sus empresas, decidió hacer la denuncia mediática de las coimas -no por vía judicial. Estas maniobras de Giraudo, mueven a la sospecha sobre otros intereses, más allá del mentado de lograr un efecto cascada en el empresariado. En cualquier caso, al mencionar el tema del Aprometal, Giraudo parece enviar un mensaje encriptado a Lichowski. Y quizás, también una advertencia.
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