Política

Por cada punto que aumenta la pobreza, el oficialismo pierde 5 puntos de intención de voto

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Lo planteó el analista político Nehuén Fariña, quien insistió que existe una “regla no escrita en la democracia argentina” que indica que toda vez que aumentó la pobreza en un año de elecciones generales, el gobierno “no reelige”.

Por cada punto que aumenta la pobreza, el oficialismo pierde 5 puntos de intención de voto

POSADAS. En cada elección presidencial, “si la pobreza sube, los gobiernos no reeligen”, puntualizó el analista político Nehuén Fariña este viernes, en diálogo con el Noticiero Central de MisionesCuatro. “Es una regla no escrita en la democracia argentina: cada vez que subió la pobreza (en un año determinado), ese año, no reeligen los gobiernos”, insistió Fariña en su análisis de las consecuencias políticas de los números de la pobreza difundidos este jueves por el INDEC, que marcan un fuerte incremento del porcentaje de la población que no alcanza a cubrir sus necesidades básicas.

“La variable del argentino promedio para castigar a un gobierno es la economía y en específico, el poder adquisitivo, que es lo que el argentino viene perdiendo año a año y mes a mes, producto de esta inflación galopante”, consideró el analista. Y amplió: “El efecto más inmediato (del incremento de la pobreza) es el hartazgo social respecto de las personas que ven disminuido su poder adquisitivo con el gobernante de turno”.

Respecto del fenómeno de la pobreza, Fariña explicó que es cíclico y que en los últimos años ha mostrado periodos de retroceso y de avance. Sobre las causas de esa fluctuación que implican que no hay un proceso de caída sostenida de la pobreza, Fariña comentó que “hay distintas visiones en términos económicos”, pero “desde lo político, hemos tenido dos modelos de país, encarnados por el peronismo y el antiperonismo, que no se han puesto de acuerdo sobre medidas estructurales (a llevar a cabo) Por ejemplo, sobre la reducción del déficit fiscal, sobre un modelo de sustitución de importaciones que ya parece antiguo, sobre cómo se vincula el país con el mundo, o sobre políticas de integración social que tengan que ver con la urbanización de barrios populares”, detalló.

“Cada uno con sus medidas y sesgos ideológicos o partidarios, intentan solucionarlas. Pero con estos temas parece que la política argentina está lejos de conseguir acuerdos”, sostuvo Fariña.

En cuanto a la pobreza en sí, Fariña comentó que se están empleando métodos de medición que ya resultan obsoletos, por ejemplo, la forma en que se confecciona la Canasta Básica Alimentaria (CBA) Al respecto, el analista recomendó una investigación de científicos del Conicet que demostraron que, alimentándose únicamente con los alimentos incluidos en la Canasta Alimentaria, la persona sufre mal nutrición, falta de proteínas y problemas de salud.

Por el contrario, al pensar en una pobreza multidimensional, que incluya la capacidad de acceder a entretenimiento o cultura, “más de la mitad de los argentinos está teniendo alguna carencia”.

Para Fariña, actualmente entre los votantes “hay un descontento absoluto y generalizado, pues han visto, desde uno u otro lado de la ‘grieta’ (antinomia entre peronista y antiperonistas), solamente fracaso económico”.

En este punto, Fariña destacó que la población joven de menos de 25 años, “está totalmente desencantada a un nivel que busca un rechazo absoluto a cualquier personaje o partido que huela a la política tradicional. Por eso tenemos a un (Javier) Milei electoralmente competitivo”, explicó.

Y con relación a este fenómeno de desencanto, Fariña recordó que “las cifras de pobreza se disparan cuánto más joven sos. La pobreza afecta sobre todo a los más jóvenes. Estos que están desencantados con la política, ven que su poder adquisitivo merma mes a mes y no hay una respuesta política creíble y sostenible en el largo plazo que les traiga solución”, advirtió. “Hoy este segmento joven, cada vez más pobre, quiere una representación política que le dé respuestas y que canalice este hartazgo con esta falta de planificación. No hay un solo espacio que sea creíble en su plan económico”, sentenció.

Por último, Fariña analizó las posibilidades electorales de los principales espacios políticos, el Frente de Todos. “La candidatura de Massa está atada al devenir económico. El oficialismo tiene atada sus chances electorales al desarrollo de la economía. Y por cada punto de pobreza, son 5 puntos que baja el FdT en intención de votos”, sostuvo el analista.

Sin embargo, el analista advirtió que las reformas estructurales que son necesarias en la economía del país, difícilmente se podrían concretar sin la colaboración del peronismo. “El único espacio con capacidad para los ajustes termina siendo el peronismo, los antiperonistas plantean la necesidad del ajuste, pero cómo lo van a llevar a cabo. Hay muchos economistas que hablan de dolarización, pero ¿tienen las bases de sustentación política como para llevar a cabo una reforma estructural como esa?”, remarcó Fariña.

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