“Tenemos una alarma instalada después de los últimos robos que hemos sufrido”, explicó. “Incluso a un vecino le entraron a robar mientras estaba viendo televisión en su casa”.

Además de las alarmas individuales, los vecinos han establecido alarmas vecinales y grupos de WhatsApp para mantenerse en contacto constante y alertar sobre cualquier actividad sospechosa. “Si alguien ve a una persona sospechosa, inmediatamente avisamos al grupo para estar alerta”, comentó.

Los robos no han sido solo de pertenencias menores. “Me robaron herramientas de mecánica que tenía guardadas en una caja”, lamentó. A pesar de capturar a uno de los ladrones, la eficacia de la justicia ha sido cuestionada por los residentes. “Lo atrapamos y fue llevado al comando, pero al día siguiente ya estaba en libertad. Ahora anda por ahí y los robos continúan”, expresó frustrado.

La impunidad y la falta de acción efectiva por parte de las autoridades locales han exacerbado la situación. “Los delincuentes son conocidos y están identificados. Entran y salen como si nada”, agregó.

Ante la ineficacia percibida de las autoridades, los vecinos han optado por incrementar la vigilancia comunitaria. “Los móviles policiales ahora recorren la zona cada dos horas, pero necesitamos más acción”, subrayó. “Los vecinos tienen que cuidarse entre sí y estar alertas todo el tiempo”.