“Nos quedamos atrasados con los 100 pesos”, explicó, subrayando que el pago actual por bulto no es suficiente para cubrir las necesidades básicas de los trabajadores. La situación se agrava por las deplorables condiciones laborales que enfrentan diariamente.

Los estibadores han resaltado la falta de instalaciones adecuadas en el mercado, lo que dificulta mantener una higiene básica. “Necesitamos sanitarios y un trabajo saludable”, insistió Guerrero. “El mercado se inunda, no hay duchas. Somos denigrados en los colectivos por el olor que tenemos después de la descarga”. La falta de duchas y sanitarios obliga a los trabajadores a lidiar con situaciones humillantes y condiciones insalubres, afectando no solo su dignidad, sino también su salud.

El horario de trabajo de los estibadores es otro punto de preocupación. “Entramos a las 18 horas y nos vamos a las 11 horas del otro día”, detalló, indicando las largas jornadas laborales que deben soportar. A pesar de este esfuerzo, los ingresos no siempre son suficientes. “Trabajamos por 100 pesos el bulto de descarga. Ganamos 80 mil por semana, dependiendo del puesto”, explicó, lo que refleja la variabilidad y precariedad de sus ingresos.

Los trabajadores del Mercado Central han recibido promesas de la gestión para mejorar las condiciones de trabajo, pero hasta ahora no han visto resultados concretos. “La gestión se comprometió en instalar baños y mejorar la higiene para trabajar libremente”, afirmó.