“Hubo un impacto. Se sintió en el bolsillo. El valor de cada moto subió un 15%”, comentó Komisarki, refiriéndose al desafío económico que enfrenta el sector y los consumidores. Esta alza de precios ha llevado a que la moto más básica tenga un costo inicial de $890,000, marcando un cambio sustancial en el panorama de compras.

A pesar de la resistencia de los compradores ante estos nuevos precios, Komisarki reconoció que las ventas han experimentado una disminución, aunque la considera lógica dadas las circunstancias actuales. “Estamos en Navidad y la gente mira en otras cosas para comprar”, agregó, señalando la temporada festiva como un factor influyente en las decisiones de compra.

El vendedor de motos también destacó que, históricamente, desde septiembre hasta marzo es el período de ventas más fuertes en el sector. Sin embargo, el aumento de precios ha generado una pausa en el flujo de ventas.

“Desde 890 mil pesos está la moto más económica en contado y efectivo”, reveló, subrayando la magnitud del ajuste de precios en un corto período de tiempo. Hace apenas dos semanas, la misma moto se encontraba a 690 mil pesos, indicando un aumento significativo en un lapso breve.