Según Basterra, los precios de la carne han experimentado una disminución notable, aproximadamente del 15%. Aunque esta reducción contribuyó a un ligero aumento en la demanda, el comerciante señala que el turismo ha desempeñado un papel crucial en mantener el flujo de clientes.

En ese sentido detalló que algunos cortes, como la pata muslo, paleta, aguja y carne de ternera, experimentaron descensos en sus precios. Sin embargo, subrayó la realidad del negocio de la carne, señalando que cada corte tiene su precio y que no se pueden esperar milagros en términos de reducción de costos.

Basterra reconoció que la comparación con enero del año pasado no es justa, ya que el movimiento económico ha cambiado significativamente. Indicó que el consumo ha disminuido en un 70% en el último año, reflejando una situación económica desafiante.

En relación con otras carnes, Basterra mencionó que el pollo mantuvo sus precios y que la carne de cerdo se mantiene estable. Proporcionó algunos precios específicos, como la carne molida a 5000 pesos, la paleta a 4200 pesos, la aguja a 4000 pesos y la costilla a 6200 pesos.