[vc_row][vc_column][vc_media_grid element_width=”6″ grid_id=”vc_gid:1485040954189-44e5d923-5b32-1″ include=”88333,88332″][vc_column_text]POSADAS. La situación de la joven embarazada Marcela Zugasti tuvo la resolución que esperaba ella, su pareja y sus familiares: entró a quirófano para un raspaje y la extracción de los dos bebés fallecidos que llevaba en el útero. La joven estuvo cuatro días con tratamiento con misoprostol –un medicamento para contraer el útero- y poco tiempo después de que su pareja Aldo Mareco, expusiera la situación en las redes sociales, los médicos decidieron practicarle el raspaje.
Según especialistas, el tratamiento con misoprostol y los varios días de espera para el raspaje, son el tratamiento habitual en estos casos y se postergó la intervención esperando que no sea necesaria. Es decir, se postergó la cesárea por motivos médicos. Después de hacerse pública la denuncia de Mareco, los proefesionales que atienden a Zugasti decidieron darle un corte a la situación.
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