“Ahí se juntan todos los delincuentes”, adviertió, destacando los riesgos asociados con la falta de mantenimiento de estos terrenos privados. A pesar de ser propiedades privadas, Acosta comentó que algunos dueños no prestan atención a las solicitudes de la municipalidad para limpiar sus terrenos.
Además, la vecina señala que la gente arroja basura en la vereda de las calles 30 y 71, donde se encuentra este terreno descuidado. Este comportamiento no solo afecta la estética del vecindario, sino que también contribuye a la proliferación de problemas de salud pública.
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