A 22 días de su reclamo público, madre de niño con discapacidad, sigue sin respuestas del gobierno y del Iprodha
POSADAS. La situación de Griselda Rodríguez Dos Santos, una madre de un chico de 11 años con discapacidad motriz, que reside en una precaria vivienda que se inunda cada vez que llueve en Barrio Los Oleritos, no ha cambiado desde que formulara públicamente, su primer reclamo para que la relocalicen y asistan a su hijo. Ahora, Griselda reveló que además de la relocalización por las pésimas condiciones en las que vive con su hijo, también necesitan un andador y una silla de ruedas, para que el chico pueda volver a las clases presenciales en la última etapa del ciclo lectivo.
El pasado 2 de Agosto, Griselda habló de su situación con MisionesCuatro, revelando que además de convivir con un pequeño afectado por discapacidad motriz, desde 2017 está solicitando una vivienda al Iprodha.
Veintidós días después de aquel reclamo público, desde el Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional, Griselda explicó: “Nadie del Iprodha se acercó. Me dicen que espere el sorteo. Desde 2017 estoy esperando una vivienda para mi hijo y sigo esperando una respuesta. Yo no puedo esperar un sorteo, porque mi nene tiene discapacidad motriz”, expresó la joven madre.
“Hay mucha humedad y entra mucha agua en mi casa”, recalcó Griselda, añadiendo que si llueve en esta jornada –lo que efectivamente sucedió– “seguro se va a inundar toda mi casa, como siempre”.
Necesitan un andador y una silla de ruedas para que el niño acuda a clases presenciales
De acuerdo con Rodríguez Dos Santos, su hijo “necesita el andador para ir a la escuela. Y la silla de ruedas para trasladarse. Voy a ver la manera para llevarle a la escuela. No tengo silla de ruedas ni automóvil. En la escuela me dicen que sí o sí tiene que asistir, porque faltan cuatro meses (de clases). Y hace 4 meses que no va”, detalló la mujer.
“Tuvo una cirugía el 4 de abril y otra el 3 de agosto. Ahora está en recuperación”, precisó Griselda, añadiendo que “él no puede andar mucho porque le duelen los tendones y yo no puedo alzarle porque es muy pesado”.
Según la mujer, “nadie del Estado o del Iprodha se acercó” hasta el momento. Tampoco lo hicieron desde el Ministerio de Salud, organismo que según Griselda, adujo que no encontraban la vivienda en la que residen con su hijo, en barrio Los Oleritos.