Advierten que la “clase media” ya no puede acceder a la compra de automóviles
Uno de los desafíos más notables que mencionó fue la falta de financiación bancaria, en gran parte debido a las tasas de interés extremadamente altas. “Es poco lo que hay en financiación bancaria porque las tasas de interés se fueron a las nubes”, señaló. Para aquellos que tienen capacidad de ahorro en pesos, Lowe mencionó la opción de congelar el porcentaje del valor del auto en un plan de ahorro que oscila entre 60 y 80 mil pesos por cuota.
El empresario también destacó que la mayoría de los vehículos pequeños se están canalizando a través de planes de ahorro debido a la demanda y los contratos que deben cumplirse. Estos planes de ahorro, explicó, son de carácter nacional y se comercializan a través de concesionarios en lugar de fábricas directas. Además, enfatizó que el valor de los autos se cotiza en pesos, pero la inflación constante en el país afecta significativamente los precios.
Lowe también hizo hincapié en la carga de impuestos que enfrenta la industria automotriz en Argentina. “Un auto desde que entra al país tiene un 100% de impuestos”, dijo. Esto, según él, se traduce en que un auto que en el extranjero tiene un valor de 5 mil dólares, en Argentina llega a costar 10 mil dólares.
Un dato interesante que compartió el empresario es que, actualmente, los autos usados están valorados más alto que los autos nuevos debido a su disponibilidad en el mercado. Muchas personas buscan deshacerse de sus pesos, y pocos están dispuestos a vender sus vehículos. La demanda y la oferta están contribuyendo a este fenómeno.
Lowe concluyó destacando la dificultad que enfrenta la clase media, incluyendo empleados públicos, docentes y comerciantes, para acceder a un auto. Los clientes buscan cuotas fijas y opciones de financiamiento que les permitan gestionar su inversión en un mercado automotriz marcado por la volatilidad y la inflación.
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