Delapierre subrayó su compromiso con la defensa del medioambiente, destacando que posee una reserva de 200 hectáreas de madera nativa. Sin embargo, enfatizó que es necesario considerar a los productores que buscan conservar el trabajo y la producción, y que dependen de estos herbicidas para combatir las malezas en sus cultivos.
El productor también señaló la necesidad de que cualquier producto utilizado en la agricultura tenga en cuenta posibles efectos secundarios, pero defendió el uso de herbicidas aprobados por el Senasa hasta que exista un producto alternativo efectivo.
En cuanto a la prueba de un producto de bioinsumos en Montecarlo y otros lugares, indicó que los resultados no fueron satisfactorios y que los productores no están dispuestos a aceptarlo como reemplazo del glifosato.
Manifestó su frustración por la falta de respuesta de la legislatura respecto al proyecto presentado por el diputado Miguel Núñez para derogar los artículos siete y ocho relacionados con la prohibición.
Además, mencionó que presentó un proyecto propio para pedir la derogación de estos artículos y resaltó la importancia de evaluar los resultados de las pruebas de productos realizadas en la provincia.
Finalmente, expresó su descontento por la dificultad para concertar reuniones con las entidades agrarias del gobierno provincial, lo que dificulta el diálogo y la búsqueda de soluciones conjuntas.