Amarilla destacó que los ánimos entre los manifestantes están caldeados, y que la principal intención es buscar el diálogo con el Gobierno. A pesar de haber agotado instancias administrativas y presentado notas, la respuesta oficial está programada para el 5 de febrero, lo que genera inquietud entre los participantes del acampe.
El ex suboficial mayor señaló que la falta de comunicación es evidente, ya que, aunque entregaron una nota al ministro de Hacienda, Adolfo Safrán se enteraron de la situación a través del Jefe de Policía, Sandro Martíonez.
Uno de los puntos más preocupantes resaltados por Amarilla es la represalia contra los manifestantes. Se informó sobre persecuciones al personal en actividad, con sanciones, traslados y sumarios administrativos. Cerca de 15 policías se vieron afectados.
Un aspecto notable es el uso de las redes sociales como motivo de sanciones, a pesar de que el reglamento policial no contempla esta situación debido a que no existían en el momento de su creación.
El entrevistado también criticó la falta de previsión por parte del Gobierno, ya que, a pesar de conocer la movilización a través de la divulgación pública, no tomaron medidas preventivas ni mostraron voluntad de diálogo.
Los retirados del Servicio Penitenciario Provincial y de la Policía piden 100% de recomposición salarial.