[vc_row][vc_column][vc_column_text]Angel Colina pide que se regularice su situación laboral. Hace ocho meses que no percibe su sueldo, pero tampoco fue notificado de su despido. Sostiene que hay más de un centenar de empleados que son “ñoquis” y que la planta tecnológica se cae a pedazos.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Angel Colina relató que trabajaba en el Ingenio Azucarero de San Javier desde el 2005, como empleado formal. Tras adherirse a una huelga de trabajadores apoyada por el sindicato del sector, en diciembre del 2016 dejó de percibir su salario, pero no fue notificado de ningún despido.
Tras reclamos y trámites ante el Ingenio y también ante el Instituto de Fomento Agropecuario e Industrial, el damnificado no recibió ninguna respuesta a su problema. En contrapartida a la crisis económica que afronta por la falta de su paga mensual, Colina señaló que la planta azucarera es el refugio de más de un centenar de “ñoquis” que fueron acomodados a cambio de favores políticos a la Renovación, quienes percibirían sus salarios sin trabajar.
“De 347 empleados, solo trabajan 200”, comentó en entrevista con el programa La Tarde de Misiones Cuatro. Además expresó que la infraestructura del Ingenio se encuentra en mal estado, a tal punto que “la caldera está por caer” y fue necesario “soldar la puerta”, según afirmó.
Consultado acerca de 500 millones de pesos que el gobierno provincial habría destinado durante la gestión de Maurice Closs para la restauración de las instalaciones, Colina reveló que esta cuantiosa suma no impactó en ninguna remodelación. Asimismo agregó que la edificación sigue siendo precaria y las herramientas están obsoletas.
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