Matías Ezequiel Martínez, el policía detenido por el femicidio de Úrsula Bahillo en la ciudad bonaerense de Rojas, fue condenado a cuatro años de prisión efectiva por un hecho de violencia de género cometido en 2017 contra una expareja, informaron fuentes judiciales.
El veredicto fue dictado este lunes a la mañana por el juez en lo Correccional 1 de Junín, Héctor Alberto Barbera.
El hombre-quien quedó detenido por el crimen de Úrsula el pasado 12 de febrero- fue condenado por los delitos de “lesiones leves agravadas en concurso con amenazas agravadas” y estos cuatro años de cárcel se unificarán con la eventual pena única de prisión o reclusión perpetua que le espera a Martínez, en caso de ser juzgado y condenado por el femicidio de Úrsula.
Este juicio se realizó el jueves pasado en los tribunales de Junín, donde la única declaración fue la de Miranda y donde el propio Martínez reconoció el hecho cuando se le leyeron los cargos.
Voceros judiciales señalaron que el veredicto y la sentencia fueron notificados de manera electrónica a las partes, por lo que el policía no fue trasladado a los tribunales, como sí ocurrió el día del debate.
Fue Belén Miranda -que incluso había tenido contactos con Úrsula antes de que fuera asesinada- contó en varios medios de comunicación la relación violenta que tuvo con Martínez hace cuatro años, lo acusó de ser un “protegido” de sus compañeros policías y recordó el día que él la golpeó y la amenazó con un arma.
Al recordar el episodio ocurrido en 2017, contó que Martínez llegó un mediodía a buscar su almuerzo y, cuando se dio cuenta de que uno de los hijos de ella se había orinado en la cama, empezó a gritar y a cuestionar por qué los chicos no estaban en sus camas, a lo que ella le contestó que si no le gustaba se fuera.
Según Miranda, la respuesta de Martínez fue agarrarla del cuello y tirarla contra una pared y luego contra la cama, y una vez que ella estaba en el suelo, sacó su arma reglamentaria y la amenazó con matarla o con suicidarse, mientras simulaba con la pistola.
Martínez estaba de licencia con carpeta psiquiátrica y se encuentra detenido en la Alcaidía Penitenciaria de Junín, acusado del delito de “femicidio agravado por alevosía y ensañamiento”.
Úrsula fue encontrada el lunes 8 de febrero cerca de las 20.30, asesinada a puñaladas entre unos pastizales en un campo ubicado a la altura del paraje Guido Spano, a unos 13 kilómetros de la localidad de Rojas, en el noroeste de la provincia de Buenos Aires. En ese mismo lugar la policía apresó a Martínez herido.
El femicidio fue descubierto tras un alerta al 911 de un tío del imputado, quien refirió que creía que su sobrino había matado a una mujer porque le confesó en un llamado que “se había mandado una cagada”.
Al llegar al lugar, la policía encontró a Úrsula asesinada y al hombre malherido, ya que después del crimen se clavó el arma homicida en el abdomen, adentro de su auto.
Martínez intentó escapar a pie por los pastizales, pero fue reducido y quedó detenido.
Úrsula había denunciado en varias oportunidades a su exnovio por amenazas y violencia de género, e incluso el policía tenía una medida de restricción perimetral que había violado dos días antes del crimen.