Schapovaloff destacó que, durante el período de vacaciones, con los niños pasando más tiempo en casa, las situaciones de maltrato se vieron exacerbadas. “Cuando hablamos de maltrato, no solo nos referimos a lo físico. No tener acceso al calendario de vacunación es también una forma de maltrato. Los niños tienen derecho a un entorno sano, libre de alcoholismo, tabaco o drogas”, enfatizó.

El incremento de llamados a la Línea 102 fue otro punto destacado por Schapovaloff, quien resaltó que las llamadas son anónimas, y tanto docentes como vecinos e incluso los propios niños se comunican en busca de ayuda cuando se encuentran solos en casa o enfrentan maltrato físico.

Según la directora, el aumento en las denuncias refleja un compromiso creciente de la sociedad en abordar esta problemática: “Que aumenten los llamados significa que la sociedad se está involucrando y tomando conciencia de la importancia de proteger a nuestros niños y adolescentes”, señaló.

La Línea 102, presente en la provincia desde hace más de 20 años, ganó visibilidad en el último año y medio. Schapovaloff explicó que se enfocaron en su propósito de ser una línea de atención, contención y protección de los derechos de niños y adolescentes.

“Somos la única línea habilitada en toda la provincia para intervenir en casos de maltrato infantil. Hemos desarrollado un protocolo de intervención territorial que nos permite ser los primeros en actuar cuando recibimos una denuncia”, afirmó.

Schapovaloff aclaró que la Línea 102 no es una línea de emergencia, pero aseguró que cada llamado recibe la atención y evaluación adecuada. Si se detecta un riesgo de vida inminente, se activa el protocolo de emergencia en coordinación con el 911 o la Dirección de la Infancia, según la ubicación del caso.

La directora subrayó la importancia de romper con prácticas de crianza dañinas que se naturalizaron, como el maltrato físico y el trabajo infantil. Además, señaló que situaciones donde los padres, en particular las madres jóvenes, dejan a sus hijos solos para salir, también requieren intervención y atención.

En lo que va del año, el protocolo de intervención territorial se activó en unas 10 ocasiones, mostrando la necesidad de continuar trabajando en la concientización y prevención del maltrato infantil y el bullying.