
La propuesta aceptada consiste en un incremento del 15% al salario básico, más cinco mil pesos no remunerativos a abonarse desde septiembre a diciembre, el pase a planta permanente de algunos empleados que hoy están contratados, y la promesa de que en enero de 2.021 se contratará a quiénes hoy tienen planes de trabajo.
El argumento que terminó de inclinar la balanza a favor de volver a la actividad es que, si no aceptaban la propuesta ahora lo ofrecido no impactaría en los salarios que estarán cobrando la semana que viene.