POSADAS. el juez Correccional de Menores N°2, César Raúl Jiménez, hizo lugar este martes al hábeas corpus presentado en diciembre pasado por Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo línea Fundadora. Y ordenó la inmediata liberación de María Ovando, la mujer condenada a finales de octubre de 2020 por la supuesta corrupción de menores en el juicio por el abuso sexual de dos de sus hijas menores edad.
A Ovando la habían condenado a 20 años de prisión en el marco de esta causa, que está denunciada por múltiples y groseros errores procesales y legales. Además, los defensores consideran que es un acto de persecución por parte de la justicia misionera. Y en particular, del fiscal Federico Rodríguez y el Tribunal Oral Penal nro. 1 de Eldorado, que intervinieron en la famosa causa Ovando I.
Según trascendió en las redes sociales y medios gráficos capitalinos, el Juez Jiménez habría basado su fallo en la situación de salud de la convicta, ya que en los últimos tiempos se habría agravado su patología diabética e hipertensiva. Cabe aclarar que el fallo condenatorio contra Ovando no está firme. De hecho, hay apelaciones y pedidos de nulidad que deberá resolver en última instancia, el cuestionado Superior Tribunal de Justicia.
Las palabras de Cortiñas, Paredes y Rivas
Desde Buenos Aires, Nora Cortiñas estaba pendiente de esta resolución. Cuando conoció la noticia, la referente de Madres Línea Fundadora, expresó: “una alegría muy grande nos dio esta resolución”. La histórica defensora de los derechos humanos agradeció todo el acompañamiento de todas las organizaciones y movimientos feministas y de derechos humanos que acompañaron este reclamo.
Según detalló el Equipo Misionero de Justicia y Género, a través de su cuenta oficial en una conocida red social, los abogados de Ovando, Roxana Rivas y Eduardo Paredes, se pronunciaron al respecto del fallo que le devuelve la libertad a la acusada.
“Esta resolución prestigia al Poder Judicial de Misiones frente a la mayoría de las resoluciones arbitrarias, con sesgo autoritario. Esta resolución tiene un fuerte contenido de control de convencionalidad” sostuvo Eduardo Paredes, uno de los defensores, quien valoró la actitud del juez César Jiménez que en un Poder Judicial pequeño y autoritario tuvo la valentía de hacer realidad la Convención Americana de Derechos Humanos.
“Se está reparando en algo todo el daño que sufrió María, sus hijxs y toda su familia en estos años de persecución judicial”, agregó Roxana Rivas, otra de las defensoras. “Nos llena de expectativas para lograr su absolución”, recalcó.
El caso Ovando I y la criminalización de la pobreza
Cabe recordar que, a Ovando, la absolvieron el 29 de Noviembre del 2012 en el el juicio por la muerte de su hija Carolina (3), ocurrido un año antes. La mujer, semianalfabeta, desempleada y madre de 11 hijos, el Tribunal Oral Penal 1 de Eldorado y el cuestionado fiscal Federico Rodríguez, la acusaron por “presunto abandono de persona seguido de muerte y agravado por el vínculo”.
Carolina falleció a causa de desnutrición en Marzo del 2011, en un contexto de total abandono por parte del Estado. La niña se quejó de dolores en el estómago y madre la tomó en brazos para llevarla a pie, hasta un centro de atención sanitaria. A cinco kilómetros de su casa, ubicada en el Paraje Mado, la nena murió
“Me llevó tiempo llevarla al hospital porque no me paró ni un auto. Hice todo lo que podía hacer. No tenía plata ni nada. Y salí a la ruta para llevarla al hospital. Mis hijos habían quedado solos”, relató ante el tribunal, en 2012. Y agregó: “Ella murió en mis brazos. No sabía qué hacer”. Entonces, por miedo, decidió enterrarla en un monte de la zona.
La fiscalía pidió una pena de 5 años de prisión, sin acusarla de la muerte de la niña. Este punto -la causa del deceso- habría derivado en una investigación por el cuadro de desnutrición. Hecho que complicaba a las autoridades locales y provinciales.
Absolución y persecución contra Ovando
La defensa argumentó que se trataba de “un caso de criminalización de la pobreza”. La abogada Roxana Rivas sostuvo ante el tribunal que “María es analfabeta” y que “el Estado jamás le informó que podía acceder a una asignación por ser madre de siete hijos”. Rivas sostuvo también que “está comprobado que en ningún momento abandonó a sus hijos. Al contrario, fue una madre que, a pesar de las vicisitudes y la pobreza, siempre se preocupó por ellos”, manifestó en el juicio Ovando I, la abogada.
Desde esa absolución, la defensa de Ovando, organizaciones de DDHH, el Equipo de Justicia y Género, organizaciones feministas y partidos políticos, denunciaron que la justicia se ensañó con Ovando y por eso, fue imputada en la causa por la violación de sus dos hijas. Es preciso destacar que el mismo tribunal que la absolviera –bajo una fuerte presión social- en 2012, la condenó el año pasado, en una causa por abuso sexual que presenta numerosas irregularidades en la instrucción que hizo el fiscal Rodríguez, según argumentan desde la defensa.