“Hubo un aumento de 40% escalonado y en muchas cuotas. Tenemos ahora en julio 10% y de agosto hasta diciembre 5%”, explicó Kinder, resaltando que, si bien el incremento representa un avance, no soluciona por completo los problemas que enfrentan los prestadores precarizados.

La vocera señaló que, debido a la inflación, el aumento no alcanza a cubrir el deterioro del poder adquisitivo: “Decimos que el aumento lo vamos a terminar de cobrar en marzo y una maestra integradora va a llegar a 134 mil pesos cuando valga mucho menos y sea licuado por la inflación”.

Kinder también destacó otras dificultades que enfrentan los prestadores, incluyendo la tardanza para cobrar y la falta de aprobación de tratamientos por parte de las obras sociales. “Es un aumento que no tapa el sol que es la tardanza para cobrar, tres meses como mínimo, obras sociales que no aprueban los tratamientos”, mencionó, reflejando la complejidad de la situación.

En cuanto a la pérdida del poder adquisitivo, Kinder explicó que los prestadores de discapacidad sufrieron una disminución significativa: “Los prestadores de discapacidad perdimos casi 28% del poder adquisitivo”.

La situación económica también afecta las condiciones de trabajo y la sostenibilidad de los consultorios: “La sesión va a estar en 4 mil pesos recién para el año que viene y no alcanza para el mobiliario o alquiler del consultorio”.

Si bien se logró un acuerdo, Kinder resaltó que sus demandas originales apuntaban a un 100% de aumento y esperan que en el futuro puedan negociar mejores condiciones laborales.