Florentín señaló que la realidad del sector es diferente a la de otros sectores, como la policía o la educación, y argumentó que deberían tener voz en las decisiones que afectan sus condiciones laborales y salariales.

Explicó que los aumentos salariales se definen en función de acuerdos con los gremios, pero los trabajadores de la salud no se sienten representados por ellos y, en consecuencia, no están de acuerdo con los resultados de esas negociaciones.

Destacó la situación económica de los profesionales de la salud, mencionando que alguien con 25 años de antigüedad puede ganar alrededor de 480 mil pesos, de los cuales un 7% se destina a gastos de pasajes. Esta cifra, según Florentín, no refleja adecuadamente el nivel de responsabilidad y formación que requiere el trabajo en el sector de la salud.