“Fue un desborde total, nadie esperaba que sucediera esto”, declaró, describiendo la magnitud del evento climático que sorprendió a la comunidad. En tan solo cinco horas, la cantidad de lluvia superó lo registrado en seis meses del año anterior, sumergiendo áreas de la ciudad bajo agua.

“Continuó lloviendo y algunas personas tenían el agua hasta el hombro”, relató Del Piano, ilustrando la gravedad de la situación. Incluso áreas que nunca antes se habían inundado se vieron afectadas, incluyendo la vivienda de la propia corresponsal, quien experimentó una situación inédita.

La respuesta del Gobierno incluyó la habilitación de centros de evacuación para cientos de personas afectadas por las inundaciones. Sin embargo, técnicos municipales explicaron que la capacidad de los desagües se vio superada por la cantidad de agua caída en tan poco tiempo, lo que dificultó la mitigación de los daños.

La situación de emergencia se vio agravada por problemas de seguridad, con reportes de saqueos en algunos barrios afectados por las inundaciones. A pesar de la presencia policial en ciertos puntos críticos, muchas personas se resisten a abandonar sus hogares debido a temores de inseguridad.

“Hay 799 evacuados y asociaciones civiles estiman que la cifra podría superar los mil evacuados”, señaló Del Piano, resaltando la magnitud del desafío humanitario que enfrenta la ciudad. Con siete centros de evacuación operativos, la comunidad se moviliza para brindar asistencia a aquellos que más lo necesitan en estos momentos difíciles.