Angeloni enfatizó que la gran mayoría de los casos diagnosticados a tiempo son curables, pero alertó sobre la falta de síntomas en las etapas iniciales. Sugirió que, dado que el primer síntoma es alcanzar los 50 años, es recomendable someterse a análisis de prevención a partir de esa edad.
El urólogo también abordó factores de riesgo, señalando la influencia de la dieta en la incidencia del cáncer de próstata. Destacó que, en países con dietas ricas en grasas, la prevalencia es mayor, mientras que en naciones como Japón o India es menor.
Además, mencionó la importancia de los controles regulares para aquellos con antecedentes familiares, aconsejando iniciarlos a partir de los 45 años.
Angeloni desmitificó algunas creencias, como la reticencia masculina a buscar atención médica y la percepción errónea sobre la relación entre la próstata y la potencia sexual. También, abordó la utilidad del antígeno prostático específico como marcador tumoral.
Finalmente, subrayó la importancia de no subestimar la gravedad del diagnóstico tardío y el tratamiento incorrecto, haciendo hincapié en la variabilidad en la malignidad de los cánceres de próstata y la posibilidad de vencer la enfermedad con el tratamiento adecuado y en el tiempo correcto.
Recomendó controles regulares, ya sea anuales o bianuales, como una medida crucial para la prevención y detección temprana.