En otra muestra del déficit escolar que sufre la Argentina, un informe basado en datos oficiales del Ministerio de Educación reveló que solo el 14% de los alumnos que asisten a la escuela primaria tiene jornada completa o extendida de entre 4 y 8 horas de clase.
Los datos surgen del reporte “Extensión de la jornada escolar en el nivel primario”, del Observatorio de Argentinos por la Educación. El informe releva el avance de la extensión de la jornada escolar en el nivel primario en las 24 jurisdicciones del país, utilizando los datos del Relevamiento Anual del Ministerio de Educación.
En Argentina, apenas el 14,1% de los estudiantes de primaria asiste más de cuatro horas a la escuela, con jornada completa o extendida. En tanto, el 7,3% de los alumnos accede a jornada completa (8 horas de clase), mientras que el 6,8% tiene jornada extendida (más de 4 horas, pero menos de 8).
Esta cobertura está lejos del objetivo planteado en la Ley de Educación aprobada en 2006, que establecía la universalización de la jornada extendida en el nivel primario. Al mismo tiempo, hay grandes disparidades entre provincias, tanto en el alcance como en la implementación: algunas avanzan duplicando la jornada escolar, pero otras solo suman una hora de clase.
La propuesta del Ministerio de Educación nacional de extender la jornada simple (de 4 a 5 horas) en los establecimientos escolares primarios plantea sumar una hora diaria de clase destinada a la enseñanza de Matemática y Lengua.
La propuesta se trató en el Consejo Federal de Educación recientemente y apunta a garantizar la extensión de la jornada escolar para todos los alumnos de los colegios primarios estatales.
Aunque la Ley de Financiamiento Educativo, sancionada en 2005, había fijado el objetivo de llegar al 30% de estudiantes con jornada extendida para el año 2010, la actual cifra del 14,1% implica que no se llegó ni siquiera a la mitad de lo estipulado.
A nivel nacional, los alumnos de estrato socioeconómico alto asisten más a escuelas con jornada extendida o completa (20,8%) que los de nivel socioeconómico bajo (17,4%). Sin embargo, el acceso es menor entre los estudiantes de sectores medios (11,8%).
