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Libertad de expresión, Islam, en el Encuentro Ideas

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El jefe de redacción del semanario francés Charlie Hebdo, Gerard Biard; el filósofo suizo de origen musulmán, Tariq Ramadan, y el arquitecto, investigador e inventor italiano Carlo Ratti fueron algunos de los participantes de la segunda jornada del encuentro Ideas, una propuesta organizada para pensar el futuro, en el Centro Cultural de la Ciencia.

Libertad de expresión, Islam, en el Encuentro Ideas

[vc_row][vc_column][vc_column_text]El jefe de redacción del semanario francés Charlie Hebdo, Gerard Biard; el filósofo suizo de origen musulmán, Tariq Ramadan, y el arquitecto, investigador e inventor italiano Carlo Ratti fueron algunos de los participantes de la segunda jornada del encuentro Ideas, una propuesta organizada para pensar el futuro, en el Centro Cultural de la Ciencia.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”133199″ img_size=”full” alignment=”center”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]En su charla magistral, “¿Debe haber límites para la libertad de prensa?”, Gerard Biard, jefe de redacción de la revista satírica Charlie Hebdo -que sufrió un ataque terrorista en 2015-, abordó el tema de la libertad de prensa y su relación con lo sagrado en el orden religioso, moral y político.

“Hablaremos mucho de religión -adelantó el periodista-. La fe interna que cada uno lleva o no lleva consigo no me interesa. Yo soy ateo, jefe de redacción de un diario de infieles y la creencia en Dios no me concierne. En cambio, la religión sí me concierne, porque se ha transformado en un problema democrático. Me refiero a la manipulación religiosa en el sentido político”.

“Me gustaría decir algunas palabras sobre Charlie Hebdo: desde el 7 de enero de 2015 éramos un pequeño diario satírico cuya fama no pasaba las fronteras de Francia. Nuestra principal preocupación era encontrar dinero para seguir publicando y responder a los que nos acusaban de ser provocadores y racistas, cuando la revista desde sus comienzos luchó contras formas de antisemitismo, homofobia y sexismo”, apuntó Biard.

Y continuó: “Después de la terrible masacre nos transformamos, para muchos, en un símbolo planetario de la libertad de expresión y la libertad de conciencia; para algunos incluso héroes. Les voy a decir algo: nadie en Charlie Hebdo firmó para ser un héroe. El papel de un diario satírico no es ser un símbolo. Las ideas que defendemos son valores universales, pertenecen a todos los ciudadanos del mundo”. (TÉLAM)

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