APÓSTOLES. El consultor de empresas Gonzalo Acuña, analizó la presente coyuntura económica, en una entrevista con el programa Otro Día Más que conduce el periodista Pablo García y se emite por la radio FM Social Club 97.7 y subrayó que la inflación y la pérdida del poder adquisitivo de los salarios continuarán hasta que no se resuelvan los problemas estructurales de la economía, algo que el actual gobierno no está haciendo.

“De los últimos 60 años, sólo en 6, Argentina tuvo superávit fiscal, desde 2003 a 2008. Es decir, la administración pública nacional pudo gastar menos que lo que le ingresó. Después volvimos a escenarios donde el Estado gasta más de lo que ingresa, tiene que financiar ese déficit con deuda e incrementa la impresión de billetes. Y eso nos lleva a la situación que nos encontramos, con una inflación superior al 100% que no teníamos desde la salida de la hiperinflación”, explicó Acuña este jueves, en la entrevista radial.

Para el analista, estas crisis son cíclicas y se repiten cada 10 o 15 años, pero “el disparador siempre es el mismo: que la administración gasta más de lo que recauda, entonces se endeuda afuera. Y ahora, como el mundo no nos presta más, la administración se endeuda en pesos adentro (a través de las Leliqs), y eso hace una bola de nieve que crece cada vez más, y que en algún momento hay que pararla”.

Ante la consulta de García, el consultor insistió en que la responsabilidad de la crisis, le cabe al gobierno de turno. “El Estado tiene que proveernos de una moneda estable y confiable. Si no nos garantizan eso, se presta a un escenario para que sea muy difícil controlar la suba de precios. Se intenta controlar (con programas como Precios Justos), pero tengo una moneda que cada vez vale menos, para adquirir cualquier bien. Por eso se dispara el tipo de cambio”, subrayó.

Y en cuanto a la opción de imprimir pesos para hacer frente al déficit, Acuña fue tajante: “Imprimir billetes para contener la inflación es tirar nafta al fuego”.

Respecto a las propuestas de volver a un esquema de convertibilidad, Acuña argumentó que esas iniciativas buscan “sacarle la potestad al Estado de imprimir billetes a discreción, porque eso nos llevó a donde estamos. Con esas medidas se busca que no se produzca la sobreoferta de billetes en la economía. ¿Pero qué pasó con la convertibilidad que fue exitosa en los primeros años y después se fue agotando ese modelo? No se supo, no se pudo o no se quiso, tener las cuentas fiscales en orden. Podés obligar al país a que un peso valga un dólar, pero si seguís gastando más de lo que ingresa, de algún lado, te tenés que financiar. Y así se va a acumular deuda”, advirtió el analista.

En cuanto al escenario que se abre a partir del 2024, Acuña comentó que los “distintos asesores económicos” de los que “parece van a gobernar el año que viene, entienden que hay que implementar medidas de shock para reordenar la economía. El segundo problema que pretenden atacar es que nuestra moneda valga, a través de una ley de convertibilidad o una dolarización, que es algo distinto, porque en el primer caso se mantendría la soberanía monetaria”, consignó.

“Cada vez alcanza menos el dinero (del trabajador) porque sus incrementos son menores que los de los precios en góndola, eso no se va a detener hasta que no se solucione la cuestión de fondo”, puso de relieve Acuña, insistiendo en que actualmente, “los salarios siempre están corriendo detrás de la inflación y se actualizan por menor tasa a la que suben los precios”.

De acuerdo con Acuña, las recetas económicas del kirchnerismo, luego de 12 años de gobierno, más los actuales 3 años y medio “nos dejan una pobreza por las nubes. Hoy tenemos el escenario aterrador de tener empleados pobres. Antes era pobre el que no tenía trabajo. Hoy los empleados son pobres, esto es resultado de todos estos años de estas políticas”, subrayó Acuña. Y aclaró que “en este tipo de crisis, todo el sector privado es el que paga las consecuencias”, tanto empleados como empleadores.

Por último, Acuña admitió que actualmente se está cerca de un escenario de “estanflación”, es decir, de recesión económica con elevados niveles de inflación. “Hay estancamiento en lo que es el crecimiento económico. Estamos en la puerta de una recesión, producida por la inflación y por las restricciones a las importaciones y exportaciones por la escasez de divisas”, comentó.

“Este gobierno lo único que hace es comprar tiempo y sigue incrementándose la deuda. Están sobreviviendo un día a la vez con un nivel de improvisación muy alto, que es lo que asusta”, sentenció.