POSADAS. Nicolás Trevisán primero fue designado como subsecretario, cargo que ocupó un poco más de 6 meses y según se sabe, no se destacó por haber realizado alguna actividad pertinente al área.
El “motoman”, yerno del ex ministro y propietario del Club del Rio, Jorge Néstor y voz de los comerciantes posadeños, se convirtió en el primer subsecretario que logró desbancar a un superior; en este caso, a un ministro sin haber ido trabajar una semana seguida.
El cuestionado Luis Lichowski estaba ya con pie afuera por presuntas irregularidades, pero lo paradójico del “refresh” es que el ministro Trevisán ingresó a la función pública ya con denuncias por licitaciones directas y ventas de motos de su local “Full Motos” al Estado provincial.
Es decir, el ex presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Posadas (CCIP) reemplazó a un ministro machado ya por sus negocios consumados con el Estado. Llamativo, ya que también al mismo tiempo de la salida de Lichowski, ocurrió la caída del Rafa Morgestern; justamente por la falta de transparencia en el manejo de los recursos públicos.
Ahora, solo resta saber si el recién asumido continuará desde la función pública con los negocios con el Estado.
Según las fuentes del sector económico, su desembarco abrió malestar en el arco empresarial privado del interior de Misiones. Es que Trevisan arribó a un ministerio provincial con una visión netamente centralista, ya que fue vocero estrella, junto a Fernando Velly, de la corporación de empresarios de la capital.
Además, desde la militancia renovadora aseguran que, a pocos días de haber asumido, el ministro abrió una caza de brujas contra la gente de Hugo Passalcaqua, creador de ese ministerio y quién eligió a los trabajadores y rubricó cada cargo con su propia firma.
Esta situación estaría generando más divisiones en el seno del poder renovador y pone en evidencia las internas cada vez más fuertes por debajo de la conducción central de Iwanowski.
Es que la determinación de subir a ministro a un subsecretario en medio de la gestión, se interpreta (hacia adentro del poder) como una “vía libre” para rosquear.
“Hay que desobedecer y serruchar al ministro hasta que caiga”, dicen algunos.
Cabe destacar que es larga lista de más de 50 subsecretarios provinciales con hambre de poder. Todo una “clase” de dirigentes que ahora creen que tienen chances de ascender de este modo.
Por estos días lo que más preocupa a Trevisan es cómo sostener la imagen de “Pro activo” que intenta venderle al gobernador, pero en los pasillos del ministerio dicen que le será difícil porque desde que llegó a ministro fue muy poco a su oficina.
“Sigue de vacaciones”, dicen las fuentes. Así, todo indica que este “refresh” de la renovación provoca que el poder enfrente una nueva grieta, muy fuerte hacia adentro.
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