POSADAS. Una insólita y grotesca situación se habría dado este miércoles en una reunión entre el Ministro Coordinador de Gabinete Víctor Kreimer y caciques de aldeas mbya que solicitan la remoción del presidente de la Dirección de Asuntos Guaraníes, Arnulfo “Miki” Verón, el funcionario renovador con peor imagen pública y, casualmente, con más años en un mismo cargo, del actual gabinete del gobernador Oscar Herrera Ahuad.

Es que, los caciques revelaron que Kreimer les habría pedido “tiempo y paciencia” porque Verón “tiene padrinos políticos y es difícil sacarlo” de la DPAs, un organismo que este año manejó un presupuesto de $67.144.000.

Al culminar esta reunión en la que caciques de comunidades mbya reiteraron el pedido para que “Miki” Verón deje de estar al frente de la DPAs, Joaquín Piriz, cacique de la aldea Guaporaity (de la zona de Hipólito Yrigoyen), contó a MisionesCuatro: “Nos dijo que políticamente es difícil sacarlo a Verón. El ministro coordinador de gabinete Kreimer dijo que Verón, políticamente, está siendo avalado. Que tiene padrinos políticos y es muy difícil resolver ese tema rápido. Nos pidió que le demos más tiempo al gobernador para que él pueda ir resolviendo”, reveló Piriz, en explosivas declaraciones sobre los “argumentos” de Kreimer para sostener al repudiado jefe de Asuntos Guaraníes.

Repreguntado sobre las razones para pedir la renuncia de Verón, el cacique Piriz explicó: “Hace como 20 años que está. Pero nunca resolvió nada a través de la DPAs. Nunca llegó a las 120 comunidades (mbya guaraní). Llega a 7-8 comunidades. Y publica en las redes sociales que ayuda a todas las comunidades. Pero no es así. Y esa es la preocupación”, denunció Piriz.

En las aldeas “hay muchas necesidades, de tierras, de viviendas, de luz y agua, de educación y de salud. Todo en su conjunto”, confió el cacique. Y reiteró que Kreimer “nos pidió tiempo y paciencia”.

Según Piriz, no tienen pautada otra reunión con Kreimer. Ahora, “nos queda autoconvocarnos como caciques y ver qué vamos a hacer”, dijo.

Consultado por este medio, de las 120 aldeas, “la mayoría no está de acuerdo” con que Verón siga al frente de la DPAs. “Pero como (Verón) lleva las tarjetas alimentarias de 600 (pesos), muchos piensan que él pone de sus bolsillos, esos fondos”, recalcó el cacique, admitiendo que “hay una utilización” (política) de las tarjetas alimentarias destinadas a comunidades mbya.

De acuerdo con Piriz, las comunidades no tienen voz ni voto para elegir a las autoridades de la DPAs. Y del presupuesto de más de 67 millones de pesos, no saben cómo se utiliza. “La idea que está surgiendo es (fiscalizar esos fondos). Antes ni los políticos nos prometieron, pero ahora Herrera en campaña nos prometió que nos iba a solucionar ese tema. Pensamos que iba a solucionar nuestros problemas”, agregó el cacique.

Sobre el final de la entrevista, Piriz anticipó que buscarán reunirse con los demás caciques “lo más pronto posible”. “Para nosotros no hay vacaciones. Las comunidades la pasan mal. Pedimos la destitución de Verón, porque es el que maneja todo. Tiene a sus hombres en el Consejo de Ancianos y en el Consejo de Caciques, pero es él quien maneja todo”, recalcó.

Cabe recordar que Verón, tiene influencia no sólo en el presupuesto de la DPAs, que, según fuentes de www.misionescuatro.com, ejecuta casi sin ningún control. Además, ejerce poder sobre los destinos del presupuesto del Ministerio de Derechos Humanos, que desde Diciembre del 2019, está presidido por Graciela “Chela” Leyes. Es decir, por la esposa de Miki Verón. Este ministerio tuvo un presupuesto de $287.888.000 para el ejercicio 2020.

Sin embargo, las condiciones materiales de vida de las aldeas mbya continúan deteriorándose. Lo que resulta paradójico porque la DPAs, cada año cuenta con más presupuesto. Más aún, teniendo en cuenta que Verón estaría incidiendo en el manejo de recursos del Ministerio de DDHH.