POSADAS. El atún natural es una gran opción de alimento, pues aumenta la calidad de vida gracias a que contiene ácidos grasos Omega 3, que ayuda a bajar ligeramente la presión a controlar los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre y hasta a mejorar la actividad cognitiva. También contiene una gran cantidad de vitaminas del grupo B. Todas ellas se relacionan con el sistema cardiovascular porque estimulan la formación de glóbulos rojos.

Además, el atún natural contiene vitaminas liposolubles, como la A y la D, que están relacionadas con la piel y favorecen la reparación de tejidos y las mucosas.

Pero, ¿qué pasa con todos estos beneficios cuando se consume el enlatado? ¿Realmente se preservan o se pierden? Lo malo en general con los alimentos enlatados es su nivel de sal. En el caso del atún enlatado, se puede llegar a cuadruplicar e incluso a quintuplicar la cantidad de sodio al atún fresco.

El enlatado también puede llegar a contener mercurio, lo cual podría ser tóxico, sobre todo si lo consumen mujeres embarazadas ya que podría afectar el desarrollo neurológico en fetos y niños.