Matías Duarte y Maximiliano Benítez, experimentados árbitros de básquet, fueron invitados a Ronda Deportiva para compartir sus vivencias y reflexiones sobre la actividad que desempeñan desde hace más de dos décadas.

Matías Duarte destacó la importancia de aprovechar estos momentos para mostrar su lado humano más allá del papel de árbitro. Con más de 22 años dedicados al básquet, reconoció que la tarea de agradar a todos es desafiante, pero subrayó que la gente evolucionó en su percepción sobre los árbitros. Enfatizó la necesidad de crear un clima cálido durante los partidos, estableciendo vínculos con jugadores y técnicos.

Duarte expresó que, aunque ser objetivo puede ser complicado debido a las relaciones personales en el ámbito del básquet posadeño, la intención siempre es dejar un buen legado para las generaciones futuras.

Por su parte, Maximiliano Benítez compartió su perspectiva sobre el rol del árbitro como representante de una escuela de formación en la disciplina. Destacó el cambio en el trato hacia el arbitraje a lo largo de los años y la evolución conjunta con los jugadores.

Benítez, que comenzó su trayectoria en 2006, explicó cómo su interés por la actividad surgió a través de reuniones de básquet de árbitros en el club Racing. Aunque nunca jugó al básquet, encontró su pasión en aprender y contribuir al mundo del arbitraje.

Ambos árbitros coincidieron en la importancia de la formación y la comprensión mutua entre árbitros, jugadores y técnicos.