Según Acosta, la marcela no es simplemente una planta que se busca en Semana Santa, como muchas personas piensan erróneamente. “Viene y busca, pero es poco porque como está caro, la gente trae del campo”, explica con sabiduría.

Con una mirada hacia el pasado, Acosta nos relata cómo la marcelita es utilizada durante generaciones como un remedio natural para diversos males. “Es digestivo, es para el estómago y el apéndice”, enumera, destacando las múltiples bondades de esta planta.

Su puesto en la Placita se convierte en un santuario para aquellos que buscan remedios naturales y sabiduría ancestral. “Tengo un mate completo con siete yerbas”, nos dice con orgullo, evidenciando su compromiso con la tradición y la comunidad. A pesar de los años, su pasión por compartir su conocimiento sigue intacta. “Yo vendo barato, la gente me conoce porque hace 53 años que trabajo acá”, comentó.

El legado de Secundina Acosta trasciende las fronteras locales; incluso personas de lugares como Buenos Aires acuden a ella en busca de sabiduría y remedios naturales. “La gente no conoce los remedios que vende, se debe conocer y hacer cursos”, enfatiza, subrayando la importancia de preservar y difundir este conocimiento ancestral.