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Cuestionan a Japón por su plan de verter al mar el agua de Fukushima

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El plan del Gobierno japonés, anunciado este martes, consiste en verter al mar más de un millón de toneladas de agua contaminada de la central nuclear, que quedó destrozada en marzo de 2011 por el sismo más fuerte jamás documentado en Japón y un posterior tsunami.

Cuestionan a Japón por su plan de verter al mar el agua de Fukushima
Foto: CNN En español

La decisión del Gobierno de Japón de tirar al mar el agua contaminada de la central nuclear Fukushima, siniestrada hace una década por un terremoto y un tsunami, causó una polémica en la comunidad internacional, en medio de las voces críticas de algunos países vecinos, de grupos ambientalistas y de las comunidades pesqueras locales.

Bajo la premisa del estricto cumplimiento de las normas reglamentarias establecidas, seleccionamos la liberación oceánica” para disponer de esas aguas residuales, señala un comunicado gubernamental. Sin embargo, antes de ser vertida, el agua será filtrada para retirar los isotopos nocivos, y diluida hasta cumplir con todos los estándares internacionales.

Desde que el terremoto y el tsunami dañaran los reactores de Fukushima, provocando la contaminación de su sistema de enfriamiento, que empezó a presentar fugas, el agua de la central nuclear ha sido almacenada en tanques. Según el operador de la planta, Tokyo Electric Power Co. (TEPCO), su capacidad de almacenamiento llegará a su límite en otoño de 2022.

TEPCO planea filtrar el agua contaminada para eliminar isótopos, dejando solo tritio, un isótopo radiactivo de hidrógeno difícil de separar del agua. Antes de bombearla al océano, diluirá el agua hasta que los niveles de tritio caigan por debajo de los límites reglamentarios.

Un portavoz del Gobierno, Katsunobo Kato, argumenta que la dilución reduciría los niveles de tritio a niveles muy por debajo de los estándares establecidos a nivel nacional y por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el agua potable, con la supervisión del Organismo Internacional de Energía Atómica.

Según el primer ministro japonés, Yoshihide Suga, arrojar el agua al mar es “una tarea inevitable” para desmantelar la planta y reconstruir el área de Fukushima”. Además, el Gobierno insiste en que el agua filtrada se libera rutinariamente de forma similar en las plantas nucleares de todo el mundo.

Los que critican y apoyan el plan

China y Corea del Sur han lanzado fuertes críticas contra el plan de Tokio. El Ministerio chino de Exteriores lamentó que Japón haya decidido unilateralmente verter las aguas residuales nucleares al mar “antes de agotar todas las vías seguras para su eliminación y sin consultarlo plenamente con los países vecinos y con la comunidad internacional”.

“Esto es altamente irresponsable y afectará gravemente a la salud humana y a los intereses inmediatos de la población de los países vecinos”, agregó la Cancillería, no sin enfatizar que los océanos “son propiedad compartida de la humanidad” y que el tratamiento de los residuos de Fukushima “no es un mero asunto interno de Japón”.

La portavoz de la Cancillería de Rusia María Zajárova, expresó la “seria preocupación” de Moscú en relación a una decisión que se ha tomado sin consultar con los Estados vecinos, al tiempo que mostró la esperanza de que Tokio “muestre el debido grado de transparencia” y aborde el tema de manera responsable. 

Además, grupos ambientalistas como Greenpeace advierten que los materiales radiactivos que permanecen en el agua, como el carbono-14, pueden “concentrarse fácilmente en la cadena alimentaria”.

A su vez, el Departamento de Estado de EE.UU. sugirió que Japón “ha sopesado las opciones y los efectos, ha sido transparente sobre su decisión y parece haber adoptado un enfoque de acuerdo con los estándares de seguridad nuclear aceptados a nivel mundial”.

La palabra de los científicos

Geraldine Thomas, presidenta de patología molecular del Imperial College de Londres y experta en radiación, opina en declaraciones a AFP que el tritio “no representa en absoluto un riesgo para la salud, particularmente, cuando se toma en cuenta el factor de dilución del océano Pacífico”.

Además estima que el carbono 14 tampoco es un riesgo para la salud. En su opinión, son otros contaminantes químicos presentes en el agua de mar, como el mercurio, los que deberían preocupar a los consumidores más “que cualquier cosa que provenga del sitio de Fukushima”, por lo que “no dudaría en absoluto” en comer mariscos de la zona.

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