A través de un trabajo de inteligencia, se coordinó un encuentro pactado entre el extorsionador y la víctima, coordinado por los investigadores, y de esta manera obtuvieron el teléfono del mismo, el cual se trataría de un Cabo 1° de la fuerza provincial, quien ya está detenido.

A partir de la denuncia, los agentes comenzaron con el rastreo y luego se planeó un encuentro en el que la víctima dejó una suma de dinero en un punto acordado con el extorsionador. Una vez hecho esto, el denunciante se apartó del lugar y los agentes se ocultaron entre unas malezas.

En horas de la noche, el sospechoso se acercó, pero al notar la presencia policial huyó, olvidando su celular que fue incautado. Luego de ser peritado por especialistas, se determinó que pertenecería suboficial en cuestión. Ante esto, se dirigieron hasta las inmediaciones de su domicilio donde lo detuvieron y se le incautó su arma reglamentaria.

También se realizaron pruebas de parafina y absorción atómica, al igual que las pericias del arma, la cuales se esperan los resultados.

Cabe aclarar, que la Jefatura de Policía separó de la fuerza y puso a disposición de la justicia al efectivo. Además, ordenó que la Dirección de Asuntos Internos lleve adelante la investigación para determinar la responsabilidad que le pudiera caber.