BUENOS Aires. El Jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta anunció este martes que dejará de cobrar el impuesto a las tarjetas que la Ciudad de Buenos Aires implementó en 2020 tras el recorte de la coparticipación que impuso el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, para asistir al gobierno bonaerense de Axel Kicillof. “Los vecinos no pueden esperar los tiempos de la política”, dijo el jefe de Gobierno.
Desde Parque Patricios explicaron que el distrito dejó de recibir 252 mil millones de pesos entre septiembre de 2020 y diciembre de 2022. Esa cifra es la diferencia entre el 2.95% que Larreta había acordado con el entonces presidente Mauricio Macri por el traspaso de la policía y el 1,55% que descontó Alberto, en plena pandemia del coronavirus y en simultaneo con un conflicto salarial que enfrentaba el gobernador K, Axel Kicillof.
Según publicó LPO, por el impuesto a las tarjetas, CABA había recaudado cerca de 30 mil millones de pesos en 2022 y estimaba 45 mil millones para este año. “Es un monto muy similar al que el gobierno no nos transfirió desde que salió el fallo de la Corte en diciembre”, señalaron desde el gobierno porteño.
En cuanto a los costos por dar de baja el impuesto a las tarjetas, desde el entorno de Larreta explicaron que son financieros, pero no económicos. “Es plata que tenemos que adelantar, pero después vamos a recibir”, argumentaron.
En parte, ese faltante fue financiado “con baja del gasto corriente” cercana al 10%, una medida que comenzó durante la pandemia. “Hicimos que el gasto público fuera más eficiente y pudimos equilibrar”, explicaron desde el gobierno porteño.
La semana pasada, el Gobierno nacional oficializó el pago a través de la emisión de bonos del Tesoro Nacional, una modalidad que CABA no acepta. “El fallo de la Corte resulta claro al señalar que este pago se debe realizar en el marco de la Ley de Coparticipación Federal de Impuestos, es decir a través del pago diario del coeficiente y mediante transferencia del Banco Nación, como sucede con el resto de las provincias”, rechazaron desde el gobierno porteño.
“No voy a quedarme quieto viendo cómo un Gobierno que quiebra las instituciones toma de rehén a los argentinos”, objetó Larreta, en tono crítico hacia la administración de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
