A pesar de los desafíos, Núñez enfatizó que el programa de asistencia alimentaria no se ha interrumpido y cuenta con continuidad asegurada hasta el año 2024. Sin embargo, el aumento en la demanda ha llevado a situaciones difíciles, con casos en los que han tenido que negar asistencia por falta de recursos.

La preocupación por la situación socioeconómica de la comunidad se hace evidente en las palabras de Núñez, quien resalta la importancia vital de proporcionar alimentos a aquellos que más lo necesitan. La falta de acceso a una alimentación adecuada es una realidad que golpea especialmente a los más vulnerables, incluidos jóvenes en situación de calle.

A pesar del aumento en la demanda, el comedor continúa brindando apoyo a un número significativo de personas, atendiendo a alrededor de 200 individuos mientras que su capacidad planificada es para unas 180 personas. Esto destaca la importancia y la urgencia de abordar las necesidades básicas de la comunidad.

El programa de asistencia alimentaria, respaldado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y gestionado por Desarrollo Social de la Nación, desempeña un papel crucial en la lucha contra la inseguridad alimentaria y la pobreza en la región. Sin embargo, el aumento en la demanda subraya la necesidad continua de recursos y apoyo para garantizar que todos tengan acceso a alimentos nutritivos y suficientes.