“Noelia Ferri, con 16 años en la institución, denuncia la falta de un edificio propio: ‘Estuvimos en las sombras y en el olvido por amenazas y baja matrícula'”, expresó durante una reciente entrevista con Misionescuatro. Además, subrayó la necesidad urgente de un edificio propio, destacando que, a pesar de los reclamos históricos, nunca recibieron la ayuda esperada.
Por su parte, Liliana Tredici informó sobre las dificultades cotidianas que enfrentan debido a las limitaciones del espacio prestado: “Tenemos 110 alumnos, la cantidad que podemos albergar en los salones”. La docente mencionó que han debido rechazar inscripciones por falta de espacio físico adecuado.
Además, Tredici destacó las restricciones impuestas por el comodato con la capilla, que limita severamente el uso del espacio escolar: “Si la capilla necesita una actividad extra como las fiestas parroquiales, tenemos que suspender las clases. Son tres días sin clases”.
Ambas docentes también mencionaron un terreno obtenido para la construcción de un edificio escolar, pero expresaron frustración porque el trámite para obtener el título de propiedad aún no se ha completado.