AZARA. Para las comunidades LGBT de la provincia, el asesinato de Alejo Emanuel Portillo (21) ocurrido entre el jueves 29 y el viernes 30 de Diciembre en la mencionada localidad, “fue un crimen de odio en relación con la orientación sexual e identidad de género” de la víctima, según destacó María Alejandro, una activista de la zona centro de Misiones que dialogó con el Noticiero de MisionesCuatro este martes.

“Desde la comunidad de travestis, trans, maricas, no binaries, lesbianas y gays de Oberá, nos sumamos a la movilización que convocó la familia (de Ema Portillo) Y estuvimos haciendo una intervención en el Centro Cívique (de Oberá)”, explicó la activista.

Y aseguró que “por las características del homicidio, fue un crimen de odio en relación con la orientación sexual e identidad de género de Alejo Ema Portillo. Si uno analiza la historia de la violencia hacia las personas del colectivo LGTB es el mismo modus operandi. Cuando una persona que te asesta 46 puñaladas, ¿cuál es el móvil del crimen? ¿Qué moviliza a una persona a desatar determinada crueldad y horror sobre la corporalidad de otro? Claramente es el homo-odio agravado por la identidad y orientación sexual de nuestre compañere”, sentenció María Alejandro.

Por otra parte, María Alejandro recalcó que Portillo “integraba la CCC (Corriente Clasista y Combativa) y estamos en contacto con compañeres de esa organización, el FOL y otras organizaciones sociales”.

“No hay un informe policial, no tenemos un abogade asignade al caso tampoco. Las informaciones las obtenemos a partir de los medios y de otres compañeres de la comunidad”, cuestionó María Alejandro, que también cargó contra la policía de Azara, porque la madre de la víctima tuvo que “salir a buscar (a su hijo) por la desidia policial”.

En esa línea, María Alejandro recordó que “tenemos antecedentes en la provincia en relación con crímenes de odio, como ocurrió en el caso de Evelyn Rojas, una compañera trans asesinada el 17 de octubre del 2016”.

Consultada por el noticiero de MisionesCuatro respecto de si creían en el colectivo que la madre había sido desatendida por la policía por ser Emanuel Portillo una persona gay, la activista comentó: “La historia nos dice que eso sucede, no lo decimos nosotros. Confirma eso, que no se nombra esta cuestión como un crimen de odio”, planteó.

“Las identidades LGTB son negadas y el primer espacio de expulsión es la propia familia. Para nosotres es muy importante nombrar y respetar la identidad y el nombre autopersivide de nuestro compañere”, insistió. Y sobre ese punto, María Alejandro consideró que “hay visibilización del crimen de odio contra Alejo Emanuel Portillo”.