“El profesor Michel Seró me dijo que probara en el canotaje para ver ‘qué onda’. Desde entonces, encontré mi verdadero deporte”, compartió, destacando el papel fundamental de su mentor en el descubrimiento de su pasión por el canotaje.

A pesar de enfrentar numerosos obstáculos en su camino, incluyendo la amputación de una pierna debido a complicaciones de salud en el 2018 y un diagnóstico de leucemia en el 2019, Aaron nunca renunció a su amor por el deporte. “El deporte es mi cable a tierra. Lo practico desde los cinco o seis años”, afirmó con determinación.

Su adaptabilidad y fuerza de voluntad lo llevaron a sobrepasar las dificultades y a incursionar en el mundo del canotaje adaptado. “Fue adaptarme a sistemas que no veía. Me adapté al kayak, gimnasio y otros deportes”, explicó.

Ahora, con el objetivo de representar a Argentina en competencias internacionales, Aaron se prepara para enfrentar a palistas de todo el país en una competencia de alto nivel en Buenos Aires. “Son palistas que compiten a altísimo nivel”, destacó.

Sin embargo, la preparación para este desafío no fue fácil. Aaron y su equipo tuvieron que enfrentarse a la dificultad adicional de recaudar fondos para el viaje. Afortunadamente, gracias a la generosidad de los posadeños, una colecta solidaria permitió juntar los recursos necesarios para esta importante travesía.

Este jueves, Aaron Rodríguez se embarcará en un viaje de 18 horas hacia Buenos Aires, llevando consigo no solo su determinación y habilidades deportivas, sino también el apoyo y el cariño de todos aquellos que han sido tocados por su inspiradora historia.

Su viaje no solo es un testimonio de su propia fuerza interior, sino también un recordatorio poderoso del poder transformador del deporte y la importancia de nunca renunciar a nuestros sueños, sin importar los desafíos que enfrentemos en el camino.