En un primer momento, las imágenes parecieron no dejar dudas de que el escupitajo lanzado por el paraguayo iba dirigido al astro, pero desde otras cámaras pudo apreciarse que la distancia entre ambos era algo mayor generando un interrogante. El delantero guaraní desmintió en declaraciones post partido que esa hubiera sido su intención, pero al parecer ello no lo privó de recibir una catarata de mensajes poco cordiales al respecto, incluso intimidatorios.
Sobre ellos escribió este sábado en su cuenta de Instagram, en donde publicó una historia con un texto en letras blancas y fondo negro remarcando su postura: “Me veo en la obligación de salir a desmentir lo que pasó anoche… Por el simple hecho de ver a mi familia afectada y por recibir múltiples amenazas por un hecho que nunca pasó”.
“No haría nunca nada parecido hacia un compañero de profesión ni a ninguna persona por respeto. ¿Qué ejemplo les estaría dando a mis hijas cometiendo un acto así? Les recomiendo que vean todas las imágenes”, cerró el futbolista de Torino de Italia paradójicamente surgido de La Masía, también cuna de Messi, informó el portal TyC Sports.