Beigbeder comenzó destacando que los precios experimentaron una notable disminución en los últimos meses. “Los precios bajaron mucho”, afirmó, señalando que, aunque algunos productos aumentaron ligeramente, en su mayoría se mantuvieron estables debido a la falta de actualización de precios por parte de los proveedores.

El empresario explicó que, a pesar de registrar un aumento del 4% en la inflación en un periodo reciente, este incremento es mínimo en comparación con el acumulado de alrededor del 150% entre diciembre y febrero. Esta falta de actualización de precios desde enero hasta la fecha ha llevado a una situación particular en la que los supermercados se encuentran con un excedente de stock y la necesidad de congelar precios para evitar pérdidas.

Además, destacó cómo esta situación ha llevado a descuentos significativos por parte de los proveedores, especialmente en productos con riesgo de vencimiento. “Vendí productos con riesgo de vencimiento, no quiere decir que este mal. Las ofertas fueron del 50%”, reveló el empresario.

El entrevistado también hizo hincapié en el cambio en los hábitos de consumo de los clientes, indicando que los productos que no son de primera necesidad han dejado de ser prioritarios, lo que ha llevado a una caída del 30% en su consumo. Ejemplificó esta tendencia mencionando cómo los vinos de etiquetas más caras fueron reemplazados por opciones más económicas debido a las limitaciones presupuestarias de los consumidores.

Beigbeder concluyó expresando su percepción de que la reducción en los precios ha sido aún más pronunciada de lo que muestran las cifras oficiales del INDEC, destacando cómo la competencia entre las marcas, a menudo provenientes de la misma fábrica, ha contribuido a esta tendencia.