El 54,3 por ciento de los menores de 14 años, alrededor de 5.900.000 personas, son pobres en la Argentina, según el relevamiento difundido el jueves último por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) correspondiente al primer semestre del año.
De total de la cifra antes detallada, el 16,6 por ciento integran el segmento de los considerados indigentes, es decir que sus familias apenas tienen ingresos para alimentarse y/o cubrir las necesidades básicas establecidas para cualquier ser humano.
Si bien los números divulgados pueden ser dramáticos, el dato representa una ligera caída de 0,4 por ciento con relación a fines de 2020, cuando el porcentaje de menores pobres en la Argentina trepaba al 54,7 por ciento.
Asimismo, y con respecto al porcentaje total de pobres para los grupos de 15 a 29 años, éste último se ubicó en el 48,5 por ciento. Mientras tanto, en el rango de 30 a 64 años es de 36,3 por ciento, según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que realiza el INDEC.
En comparación con el primer semestre del año anterior, y de acuerdo con las cifras oficiales previamente divulgadas por el organismo gubernamental, el 56,3 por ciento de las personas de 0 a 14 años eran pobres y el 15,6 por ciento eran indigentes.
A nivel general, la pobreza fue del 40,6 por ciento de la población en el primer semestre, 1,4 puntos porcentuales menos respecto del semestre previo y 0,3 puntos por debajo en comparación con el primer semestre del año pasado (40,9%).
En un reciente documento titulado “Nuevos retrocesos en las oportunidades de desarrollo de la infancia y adolescencia. Tendencias antes y durante la pandemia”, el Observatorio de la Deuda Social Argentina advirtió sobre el crecimiento de la pobreza infantil.
A través del correspondiente escrito, indicó que la inseguridad alimentaria aumentó 1,5 puntos porcentuales en los niños y adolescentes. “Los más afectados fueron los adolescentes, mientras que la infancia temprana fue la más protegida”, remarcaron.
Y agregaron: “La Tarjeta Alimentar tuvo un efecto protector de la primera infancia en el espacio de la alimentación. Los niños/niñas sin la Tarjeta Alimentar tuvieron el doble de probabilidad de experimentar inseguridad alimentaria”.